SINOPSIS: Heine Mix Toro (78), un eminente ex dramaturgo y director de teatro, que hoy habita como ermitaño en una humilde mediagua junto a sus perros, vive la incertidumbre de permanecer o tener que abandonar su terreno, puesto que no le pertenece y ha sido demandado por habitarlo. Heine verá transcurrir su vida y enfrentará con frustración sus sueños, el abandono, sus acciones pasadas y el desconcierto de su futuro paradero.
FICHA TÉCNICA:
Dirección: Mijael Bustos Gutiérrez
Escrito y Producido por: Mijael Bustos Gutiérrez – Alberto Monje – Mauricio Espinoza – Benjamín Basso
Producción Ejecutiva: Iván Nakouzi
Dirección de Fotografía: Mauricio Espinoza
Montaje: Mauricio Espinoza
Diseño Sonoro: Alberto Monje
Banda Sonora: Karim Habib el Fakih – Nicolás Alvarado Azolas
Asistencia de Dirección: Benjamín Basso
Asistencia de Fotografía: Álvaro Anguita
Post producción de Imagen: Bernabé Vilches
Post producción de Sonido: Esteban Jara
Duración: 19 minutos.
Formato de Registro: HD
Relación de Aspecto: 16:9
Idioma: Español
Color: Color
Sonido: Estéreo
Fue hecha como una co-producción con Universidad UNIACC y bajo el apoyo de la Escuela de Guiones de UNIACC.
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Entrevistamos a su director, Mijael Bustos, de 22 años, estudiante de Comunicacíón Audiovisual: especialidad de guiones para cine y TV en UNIACC.
¿Qué opinas del actual momento que pasa el Cine Chileno?
Los mismos chilenos tendemos a desprestigiar el cine chileno. Creo que a nuestro cine no le han dado espacio, porque sinceramente creo que tenemos bastante buen cine, las nominaciones hablan por si mismas. Sin embargo, mientras estemos acostumbrados a las grandes producciones norteamericanas nunca iremos a ver una película propia. Tampoco basta con llenar la cartelera con películas chilenas, porque los cines quebrarían. Hay un problema en la comprensión del cine, puesto que lo grandes rostros y los buenos efectos están por sobre las buenas historias.
Algo que me causa mucha curiosidad es cuando las personas dicen que el cine chileno es MALO, puesto que sólo habla de sexo y política –refiriéndose a películas como Sexo con amor, Radio Corazón, Machucha, El chacotero sentimental, etc-, sin embargo, se da la coincidencia que estas películas son las películas chilenas más vistas, ya que claramente no son las únicas.
¿Entonces nos gusta ver cosas malas? No sé si me habrán entendido, pero es algo que me causa mucha gracia.
¿Cómo llegaste a hacer La Ultima Escena?
La última escena nace a partir de la historia de Heine Mix Toro. Supe de su historia a través de una noticia –no recuerdo si en algún diario o en internet- de hace mucho tiempo. Inmediatamente me llamó la atención su situación. Sin conocerlo personalmente comencé a investigar sobre él hasta que di con su celular; en realidad no sé para qué tenía el celular, si aún no tenía ningún proyecto en mente. Pasó el tiempo y se me ocurrió la idea de hacer un cortometraje donde el protagonista fuese Heine, sin embargo, su situación no le permitía viajar a Santiago durante más de una jornada, puesto que no podía dejar de alimentar a sus perros.
Desde que nos conocimos, nos mantuvimos en contacto varias veces hasta que le propuse la idea de hacer un documental sobre su actual situación, Heine aceptó sin dudar, pensando que sería un reportaje periodístico más.
Se dio la casualidad que durante el semestre tuvimos un ramo de documental el que exigía una pieza final. Me reuní con los más talentosos del curso, quienes se interesaron en el tema, y comenzamos con la investigación. Gracias a la gran ayuda otorgada por nuestra profesora guía, Lorena Giachino, logramos tener mayor claridad en lo qué haríamos. Semana a semana jugábamos con las distintas modalidades del documental, en una especie de ensayo y error, para ver cuál podía funcionar mejor. Hasta que finalmente logramos encontrar lo que realmente queríamos expresar con el documental, que al final fue lo que quedó en “La última escena”, un documental de observación que logró retratar de excelente manera la verdadera vida de Heine.
¿Cómo hiciste para facilitarte el proceso de producción?
Nada. Para hacer cine en este país realmente te tiene que gustar.
Viajábamos a Cartagena casi todos los fines de semana con el dineros que desembolsábamos de nuestros propios bolsillos –muchas veces quedábamos debiéndonos entre nosotros-. Todos los gastos lo dividíamos en cuatro, así que todos somos igual de dueños del documental. De hecho, si nos llegásemos a ganar algún festival, lo poco de dinero que dan, tendríamos que repartirlo en partes iguales.
¿Qué hice para facilitar el proceso de producción?
Ser metódico, ordenado y dejar de salir los viernes y los sábados en la noche.
¿Qué otros proyectos futuros tienes en mente?
En este momento me encuentro haciendo un magíster de realización documental del cual saldré con un mediometraje el próximo año. También estoy escribiendo una serie de televisión junto a un pequeño grupo para postularla a CORFO. Bueno, en realidad tengo muchos proyectos en mente, sin embargo no vale la pena hablar de ellos hasta que no comiencen a materializarse.
¿Qué le dirías a aquellos cineastas chilenos que recién parte en la producción de películas?
Como dije anteriormente; para hacer cine en este país, realmente te tiene que gustar. Sin embargo, hacer cine no es sólo tener plata, pescar una camarita y hacer una película mala, para eso ya están los gringos.
Ficción o no ficción, hay que buscar las historias, enamorarse de ellas e investigarlas, y lo más importante es ser perseverante, puesto que siempre habrán más NO que SÍ.
Y los dejo con una cita del gran Werner Herzog, que después de estudiar cuatro años en la universidad me di cuenta que tenía razón: “Viajen a pie, el mundo se deja comprender para los que caminan. Esto tiene mucho más valor que pasar cuatro años en una escuela de cine. Manténganse alejados de los Estudios. La Academia es el enemigo. Va a matar sus instintos. En lugar de ir a la escuela trabajen como chofer de taxi o como guardaespaldas en un club porno, hagan lo que sea para ganar el dinero para hacer películas. Pero sobre todo lean. Tienen que leer. Lean y lean y lean. Pero no teoría del cine: lean poesía, libros que enseñen sobre la profundidad del mundo. Si no leen, nunca serán cineastas”.
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