SINOPSIS: Según Greg Gaines, el secreto para salir airoso del instituto es no ser amigo de nadie pero llevarse bien con todos. Su lema es “sin amigos no hay enemigos”. Solo tiene a Earl, con quién se dedica a grabar versiones terribles de sus películas favoritas. Hasta que vuelve a ver a Rachel. Rachel tiene leucemia, y a la madre de Greg se le ocurre la brillante idea de obligar a su hijo a que sea su amigo. Greg tiene claro que esto no va a ser una de esas típicas historias de amor entre una chica en estado terminal y un chico que de repente se enamora de ella. Pero, de todos modos, el destino tiene preparado algo especial para Greg, Rachel y Earl…
De alguna forma, cuando un libro es éxito de ventas a nivel mundial, y todo el mundo habla de él, se convierte en tendencia. Así mismo, todos quieren sacar un libro con una temática parecida y en este momento el gran tema es el cáncer (como en su tiempo fueron los libros de magos, criaturas mágicas, y otros). En esta ocasión, tenemos entre manos a Un final para Rachel, un libro que trata sobre una chica con cáncer y un chico (y su amigo) que estarán junto a ella en su camino.
Tal vez una de las cosas que más recalca este libro es que no contendrá historias clichés, ni amores espontáneos, ni nada por el estilo, cosa que lo desenmarca bastante de un 80% de las historias que han salido al mercado tras “el gran éxito”. Y lo crean o no, lo cumple con creces.
La historia está relatada por Greg, un joven de 17 años que prácticamente ha pasado su vida tratando de no involucrarse con nadie. Su único intento de amigo es Earl, quién aparece en el título del libro en su idioma original (Me and Earl and the Dying Girl), y quien pareciera ser bastante más normal que Greg en el sentido social. La tercera involucrada es Rachel, quién, a pesar de ser la precursora de la historia, más parece una circunstancia más en la vida del protagonista, sin embargo, de alguna manera es la única que hace evolucionar la historia, y quién tal vez logre darnos a nosotros algún tipo de lección.
Greg, como protagonista y narrador, nos cuenta los pormenores de su vida de una forma bastante natural, tiene un humor más bien negro del que hace uso y abuso, en algunos casos, los que harán mucho más amena la lectura. Sin embargo, al ser un adolescente también tiene sus rachas de “ódienme, porque yo me odio, así que ustedes también deberían hacerlo”, lo que después de un tiempo se puede hacer algo cansino si ya pasaste la etapa de la vida en que te odias (o si nunca la tuviste).
La narrativa del libro es bastante dinámica, Greg escribe como un adolescente, por lo que no será muy difícil comprenderlo, y en algunos casos, sentirse identificado con su forma de ver el mundo. Intercalado con su narración existen momentos en que cambia la tipografía, y la forma de escribir se ve como si fuera parte de un guion, haciendo que incluso tu mente las sienta como “parte de una película”. Lo que hace más fácil imaginar el porqué está siendo adaptada al cine.
Sin duda un punto de vista diferente de un tema que ya está un poco explotado, pero que sigue dando que hablar y seguirá en boga. Para los que están interesados, la película se estrena a principios de noviembre, por lo que aún les quedan un par de meses para conseguir este libro, novedad de agosto de Penguin Random House.
Autor: Jesse Andrews |