SINOPSIS: En un edificio de apartamentos de Manhattan, la vida de Max como mascota favorita corre peligro cuando su dueña trae a casa a un otro perro llamado Duke, con quien Max pronto tiene sus diferencias. Pero ambas mascotas tienen que dejar atrás su rivalidad cuando se enteran de que un adorable conejito blanco llamado Snowball esta reclutando a un ejército de animales domésticos que han sido abandonados, decididos a vengarse de todos los animales domésticos felices y de sus dueños.
Hace tiempo que las películas animadas dejaron de ser infantiles, con exponentes como Disney y Pixar a la vanguardia, la pelea es rotunda y muchas veces deja a grandes perdedores en la pantalla.
Illumination Entertainment tiene sus grandes caballitos de batalla también, con Gru: mi villano favorito y todas sus secuelas que incluyen entre ella a los Minions, algo de curriculum tiene. De hecho, el corto animado que va previo a la cinta es sobre aquellas –a veces no tan– adorables criaturas que nos harán pasar un breve momento de risas.
Luego vienen las mascotas, y con el simple hecho de ser mascotas ya ganan un 200% en empatía. Todos hemos visto a perros en las calles –o en nuestras propias casas–, a gatos, conejos(?) y algunos otros animales que hemos –tratado– de domesticar; todos somos atraídos al cine por ellos, porque nos van a mostrar las aventuras de nuestras propias mascotas –o las del vecino, que no siempre son tan buenas para nosotros–.
La trama no es tan novedosa como podríamos pensar, sin embargo, la forma de llevar la historia, los guiños que la van marcando, te hace regresar a ella casi sin darte cuenta; haciendo que la hora y media de película pase desapercibida. De alguna manera, la cinta pareciera ser un capítulo especial de una serie que podríamos ver a diario en nuestras casas, con sus altibajos, pero aún así logrando esa conexión especial con las mascotas de la pantalla.
Uno de los puntos bajos que presenta la historia es que no te da tiempos para “sentir” los momentos, el más notorio es el salto de una situación en la que vas a emocionarte a uno de absoluta acción, lo que genera que olvides la cinta con el tiempo porque no alcanzaste a “ser marcado” por ella.
Sin duda es una cinta entretenida, que tiene todas las herramientas para competir contra los grandes y dejar una huella en la historia de la animación. A fin de cuentas, ¿a quién no le gusta saber qué hacen sus mascotas mientras no estás en casa?
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Director: Chris Renaud, Yarrow Cheney |
