SINOPSIS: Segunda Guerra Mundial. Desmond Doss (Andrew Garfield), un joven contrario a la violencia, se alista en el ejército de los EEUU con el objetivo de servir como médico durante la guerra. Tras enfrentarse a las autoridades militares y a un juicio por su negativa a empuñar un arma, consigue su objetivo y es enviado a servir como médico al frente japonés.
Don Mel Gibson (“Apocalypto”, “Corazón valiente”, “La pasión de Cristo”) siempre logra estar en el centro de la atención, ya sea por su propia figura o por sus películas. Esta no es la excepción.
Porque en “Hasta el último hombre” el, en esta ocasión, director estadounidense logra lo que más le gusta. Remecer a la audiencia con un relato crudo y un mensaje positivo pero rodeado de negatividad.
Andrew Garfield (“Red social” , “The amazing Spider-Man”) logra transmitir todas las emociones de un personaje brillantemente elaborado. Temores, anhelos, ideas y golpes de realismo. Al igual que Hugo Weaving (“V de Venganza” , “Matrix”) como el destruido padre del protagonista.
El único pseudo problema que tiene “Hasta el último hombre” es que su primer tercio es muy lento. La introducción se extiende demasiado en hechos que podrían haberse acotado a menos metraje.
Aún con esto la película, desde casi la hora exacta, es un vertiginoso viaje de horror y fe, de violencia gráfica y dedicación. Así juntos todos estos atributos como los leen.
“Hasta el último hombre” no es para estómagos débiles, y aunque para algunos sea algo debatible su protagonista, llega hondo a la mente y usa toda su agresividad para decirnos que la guerra es así, sin adornos. Solo muerte, excepto Desmond Doss. Una luz en la tiniebla creada por la “humanidad”.
Director: Mel Gibson
Actores: Andrew Garfield, Sam Worthington, Luke Bracey
Duración: 2h 19m