SINOPSIS: Cuando tres estudiantes universitarios se mudan a una vieja casa fuera del campus, sin querer, liberan a “Bye Bye Man”, un ente sobrenatural que persigue a quien descubre su nombre.
“Nunca digas su nombre” es una película estadounidense que ya en su país natal tuvo varios problemas de estreno, corriéndose en más de una oportunidad su fecha, quedando finalmente en enero del presente año, siendo que fue grabada a fines del 2015.
Dirigida por Stacy Title, cuya única cinta recomendable es “The last supper” de los años 90, nos quiere dejar grabada una frase a fuego en la mente: “No lo pienses, no lo digas”. Así que, no lo diré. ¿O sí?
“Nunca digas su nombre” tiene dos puntos a favor: sus primeros cinco minutos, y un par de giros casi al final que demuestran inteligencia. Pero la forma y fondo de toda la película es francamente para el olvido.
Las actuaciones, de la media para abajo, incluso teniendo a dos secas actrices como Carrie-Anne Moss y Faye Dunaway, no logran sostener una historia tan torpe y pobre, más considerando que su argumento o idea inicial era algo atractiva.
La forma en que el “demonio” es liberado es estúpida y trillada, y el desarrollo del drama/terror es lerdo, forzado y demasiado elemental. Nada nuevo y nada bueno, salvo que no lo pensé, ni lo dije. ¿O lo hice? Me dio miedito.
En sus poco más de noventa minutos, “Nunca digas su nombre” es de aquellas cintas de terror que abusa de los ruidos amplificados para generar saltos en el asiento, con un “malo” chanta y su acompañante doblemente chanta hecho en un CGI digno de “El rey escorpión”.
Título original: The Bye Bye Man
País: EEUU
Año: 2017
Duración: 1h 36min
Directora: Stacy Title
Protagonistas: Douglas Smith, Lucien Laviscount, Cressida Bonas
Bueno, que se le va a hacer. Igual la voy a ver.