SINOPSIS: Alex es un enamorado del cosmos y de las naves espaciales. Con solo once años, su sueño es emular a Carl Sagan y mandar su iPod al espacio. De Colorado a Nuevo México y de Las Vegas a L.A., Alex hará grabaciones de la Tierra, su tierra. En su viaje se encontrará con gente perdida, divertida y excepcional que de alguna manera lo preparará para enfrentarse a la verdad sobre la muerte de su padre. El objetivo de Alex era alcanzar el cosmos, pero su destino final será él mismo.
Hay libros que desde el primer instante te llegan al corazón, si bien la forma en que está escrito Nos vemos en el cosmos en un principio te parecerá raro, si logras entrar en ese ritmo desenfrenado que lleva, lo disfrutarás de principio a fin. Es de esos libros que tienen el corazón tan a la vista que te engancha por eso, pero luego te entrega un sinfín de emociones que lo hacen aún más adictivo.
Alex es un niño independiente, demasiado independiente para su edad, así que desde un comienzo sabes que algo en su vida no va bien. No es que él lo note, para él todo es natural, por lo que cuando empiezas a “escuchar” sus audios, sus grabaciones, tienes que empezar a desentrañar esa historia detrás de sus palabras.
El autor hace un ejercicio magistral, hacer una narración que simplemente parezca la transcripción de un audio –y tenga sentido– ya es un logro importante, más si viene de un niño. Pero además ponerle un tono de inocencia a cada palabra, las reacciones naturales y la extrema emoción que tiene Alex para cada acontecimiento, es una hazaña.
No por nada está publicado por Nube de tinta. La editorial se especializa en libros que tienen alma, ya podemos ver sus libros previos como Wonder y Pax entre otros, entregándonos historias que terminan dándote una lección pero desde la inclusión y el amor. No se queden sin leer este gran libro.
Damos gracias a Penguin Random House por el ejemplar.
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Autor: Jack Cheng |
