“Man of the woods” es el quinto álbum de estudio del cantautor estadounidense Justin Timberlake y llega luego de cinco extensos años de silencio, tras “The 20/20 Experience” del 2013.
Mantenemos en esta nueva propuesta elementos presentes en toda la carrera de Timberlake, como el trabajo en conjunto con Timbaland que, como siempre ocurre con el productor de Virginia, se nota en todas las canciones.
También está presente la mezcla de elementos R&B y pop, esta vez queriendo dar en el gusto a las nuevas generaciones con sonidos futuristas (“Filthy” entra en esa mezcla) sin dejar las “antiguas” incluyendo secuencias country en varias composiciones, como “Flannel”, llena de clichés del mencionado género.
“Man of the Woods” mantiene esta variedad también en sus dispares resultados tras cada cancion. Tenemos exponentes positivos como la colaboración con Alicia Keys en “Morning light” o inclusive “Man of the Woods”, que debió ser el primer single por sobre las efímeras “Filthy” y “Supplies”.
Y es que el gran punto negativo de este disco radica en el hecho que no hay fluidez, no existe inclusive conexión entre las composiciones, salvo la temática familiar y la onda country que Timberlake quiso darle como sello.
Pero eso no logra construir algo a la altura del artista completo que es y que se disuelve entre querer agasajar a más gente, como si lo necesitara.