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Sinopsis: Anna (Bel Powley) es una joven que se pasó toda su infancia encerrada en el desván, bajo el cuidado de un misterioso hombre al que conocía como papá (Brad Dourif). Un día la sheriff del pueblo, Ellen Cooper (Liv Tyler) libera a Anna y la ayuda a comenzar una nueva vida acogiéndola en su casa, pero las pesadillas de la infancia sobre unos monstruos comeniños llamados “Wildlings” interrumpen la posibilidad de una vida normal de la pequeña Anna
Fritz Böhm es el alemán que está a cargo de este híbrido entre cine B de terror y romance adolescente. Y hay en su argumento elementos interesantes sobre la criatura y su génesis, pero el desarrollo va decayendo a medida que avanza.
Porque en “Criaturas nocturnas” cuando la sorpresa se termina (en la mitad) también lo hace el interés en seguir viéndola. Con una actriz protagónica con carisma que incluso se entrega demasiado para el papel. Y por su parte Brad Dourif está acá solo para el marketing de “la voz de Chucky”; al igual que Liv Tyler, quien casi se autoadjudicó el papel de buena, el cual es simple y plano.
Pero en “Criaturas nocturnas” hay algo positivo, siempre y cuando la miremos así: cine B de terror. Y aquí hay cierto intento de girar los rumbos del típico cine plagado de “screamers” y se trata de relatar una fábula, como en su primera escena entre la protagonista y “la voz de Chucky”.
Es interesante el argumento del hombre versus (o pareciéndose a) el animal, aunque Böhm no maneja bien los sustos y las secuencias gore, que son demasiado pobres, así como la edición entre tiempos que no alcanzan una pulcrtud mínima y a veces parecen hechas por alguien sin conocimiemto cinematográfico.
Y así, “Criaturas nocturnas” obtiene una mediana fuerza que al menos la aleja de blockbusters del género que pululan y se crean como moscas en vertedero. A pesar del romance forzado que incluye para hacerla más comercial.