| SINOPSIS: Los corazones se harán añicos. Las ciudades caerán. Y un dios se alzará. Después de la destrucción de la Ciudad de la Misericordia, un antiguo dios ha resucitado y se ha encerrado en el cuerpo de Beru. Ambos están a merced del Profeta, que utiliza el poder de los dioses para dominar las Seis Ciudades Proféticas. Pero cada día que pasa, el dios se vuelve más poderoso, amenazando con liberarse y sembrar una destrucción jamás vista. Mientras tanto, muy lejos de Pallas Athos, Anton aprende a utilizar todos sus poderes como Profeta. Armado con la verdad sobre cómo los Profetas originales mataron al dios, Anton lidera a Jude, Hassan y Ephyra en una expedición desesperada hacia el límite del mundo. Con el tiempo corriendo en su contra, la débil alianza del grupo se verá amenazada por un peligro creciente, un romance tumultuoso y, por encima de todo, por un secreto que Anton esconde: una manera de destruir al dios pagando como precio un sacrificio insoportable. Pero el coste de guardar ese secreto podría poner en riesgo sus vidas, y las vidas de todo el mundo en las Seis Ciudades Proféticas |
En el año 2020 llegó a Chile la primera entrega de La Era de la Oscuridad: Y vendrá la oscuridad, el inicio de una trilogía de fantasía coral centrada en una profecía. Ahora, dos años después, llegó su esperado desenlace con Bajo la luz mortal. Como siempre, encontrarán spoilers de las dos primeras entregas, mas no de esta desde aquí en adelante.
Ephyra despertó al dios que ahora está encerrado dentro de Beru, su hermana. Y el profeta Palas, antes conocido como el Hierofante, está controlándolas a ambas para imponer su visión y justicia en el mundo. Por otro lado, Hassan, Hector y Jude están buscando una forma de volver a Pallas Athos para salvar a las hermanas. Sin embargo, Jude es incapaz de aceptar la muerte de Anton y dejarlo ir.
“El perdón no se gana (…). Te lo conceden, o no. No es decisión tuya. No puedes hacer algo bueno pensando que compensa todo lo malo”
Después de dos libros, finalmente, tenemos a los cincos personajes principales, Ephyra, Beru, Jude, Anton y Hassan, juntos y luchando por el mismo objetivo. Además, se sumaron otros que no contaron con su punto de vista, pero que a lo largo de la historia se volvieron importantes como Hector, Ilya y Khepri. Gran parte del libro es un viaje que todos realizan para encontrar una forma de vencer al dios dentro de Beru sin liberarlo, así que veremos a los personajes interactuar entre ellos, sus relaciones y los antiguos rencores que todavía los persiguen.
Por ese motivo, el foco del libro más que una batalla épica contra el dios y los Testigos, fue el tema de qué es lo que nos hace humanos, el amor y lo que estamos dispuestos a hacer por los seres a los que queremos. Fue un libro más emotivo que los anteriores, pues todos los personajes sentían el peso del fin, por lo que intentaban ser mejores, hacer mejor las cosas y pedir los perdones que correspondían. Mucho también fue sobre aprender a dejar ir y esa fue la parte más agridulce del libro, lo relacionado con aprender a dar el espacio a quienes amamos, incluso si eso significa que los vamos a terminar perdiendo.
“Bueno, ¿no es siempre la gente a la que amas la que puede hacerte más daño? Al menos así ha sido mi experiencia”
Más allá de lo que cada personaje significó en su momento y sus personalidades, todos se encontraban en un punto mucho más maduro en este libro. Ya sabían que sus problemas y miedos eran insignificantes frente al peligro del dios, por lo que eran capaces de trabajar juntos por un bien común. Esto permitió que muchas relaciones complicadas entre los personajes se fueran sanando para dar paso a cierta paz entre ellos.
Sin embargo, algo que pasó desde el primer libro, acá se mantuvo y fue que el personaje de Hassan no aportaba mucho a la trama. Era el personaje del que menos interesante resultaba leer su punto de vista, ni sus interacciones con los demás eran mínimamente llamativas, ni siquiera su trama. Se sentía como algo por completo separado y, si bien, para el final tuvo un rol importante, era algo que se podría haber logrado de otra forma demostrando que el personaje de Hassan podría no haber existido y la trama hubiera sido la misma o mejor.
“No podemos volver atrás. Solo podemos avanzar. Pero solo porque no podamos cambiar lo que hemos hecho, no significa que no podamos elegir de forma distinta la próxima vez. No significa que no podamos curarnos a nosotros mismos, y los unos a los otros”
Con respecto a la trama, el punto más bajo probablemente sea el hecho de que esta entrega resultó algo desordenada. No tenían un plan, sino que pequeños planes que se les fueron ocurriendo a raíz de nada o que sacaba Anton bajo la manga. No se sintió como que se estuviera construyendo el final a lo largo de las páginas o que los dos libros anteriores fueran guiándonos hasta el desenlace, sino que el final llegó y se sintió como algo inventado en el momento. Aun así dejó un curioso sabor agridulce, porque, a pesar de todo, terminó mucho mejor de lo que se podría haber esperado y estuvo a la altura de la saga completa.
Bajo la luz mortal es un digno final de la trilogía de La Era de la Oscuridad, un desenlace que se centró en los personajes, sus personalidades, pero por sobre todo en sus relaciones y en el cómo el amor que nos hace humanos es nuestro pecado y lo que nos puede salvar.
| Autor: Katy Rose Pool Editorial: Urano – Umbriel Saga/Autoconclusivo: La Era de la Oscuridad #3 | N° de páginas: 448 ISBN13: 9788416517701 Idioma: Español Precio: $23.900 |
 | Katy Rose Pool (Estados Unidos)-. Vive en California, aunque creció en Los Ángeles donde su padre era escritor de guiones y le enseñó sobre la estructura del arco narrativo, caracterización y crear incidentes incluso antes de atarse los zapatos. Katy estudió Historia e Inglés en UC Berkeley. Disfruta los sándwiches de desayuno, los cócteles elegantes, el apoyo a los Golden State Warriors y los libros que la ponen en llamas. |
