[Review de libro] El día que se abrió el cielo: una precuela con más acción y más dragones

En noviembre llegó a Chile la precuela de El Priorato del naranjo: El día que se abrió el cielo. Esta historia funciona de forma independiente dentro de este mundo y no es necesario haber leído antes el Priorato, de hecho, se toma su tiempo de explicar todo el mundo y su funcionamiento. Eso sí, hubo cierta revelación con respecto al Santo y la Doncella que en el Priorato tuvo mayor repercusión, mientras que acá solo se dijo, porque se asumió que los lectores ya sabíamos la verdad.

Tunuva es una hermana del Priorato, una guerrera que lleva cincuenta años entrenando para combatir a los wyrms, pero el dolor de la pérdida de su hijo es algo que todavía la persigue. Por eso, cuando una iniciada a la que considera su hija escape hará todo lo posible por encontrarla. Glorian es la heredera de Inys, a la sombra de su madre Sabran la Ambiciosa que logró salvar a su reino, pero se siente insuficiente, como una impostora en su cargo y nunca digna del cariño de su madre. Dumai vivió toda su vida en un templo en las montañas de Seiiki, hasta que un día descubre quién es su padre y lo que este espera de ella, entonces, tendrá que emprender un largo viaje. Finalmente, Wulf sirve al nuevo rey de Hróth casado son Sabran y sueña con ser caballero, pero maliciosos rumores circulan sobre él. Cuando el monte Pavor entre en erupción sus vidas se verán alteradas y entrelazadas.

“Fue contemplar el mundo, ser parte de él, lo que me hizo darme cuenta de lo importante que era protegerlo”

Tal como con el Priorato, este libro es muy largo y se tomó su tiempo para contar todas las historias y los detalles de los viajes. Si bien cada personaje tuvo su arco, no es tan fácil describirlo de forma sencilla pues es un libro que abarcó unos cuantos años y sus vidas tomaron distintos caminos durante ese tiempo. Por ejemplo, acompañamos a Tuva buscando a su hijastra dos veces distintas, luego, emprendiendo un viaje para aconsejar a un rey, después un viaje personal relacionado con su hijo, finalmente, uno para pelear por un rey. Lo mismo con los demás personajes, aunque siempre el foco estuvo en sus cuatro historias: Tuva, Glorian, Dumai y Wolf, además, cada uno estaba en un extremo distinto del mundo, con culturas distintas, religiones distintas y sus propios problemas.

Cuando leímos El Priorato del Naranjo, si bien no nos aburrió, fue un libro que nos resultó indiferente. Mucha fantasía, historia, problemas entre reinos, política y leyendas, pero que se sintió sin tanto corazón porque los personajes no generaban mayores emociones al leerlos. Este libro mantuvo la lógica de tener mucha información de la construcción de mundo y centrarse bastante en la trama y la política, pero sí que se tomó el tiempo de construir sus personajes y volverlos más humanos para los lectores. Aunque no es inmediato, pero con el paso de las páginas sí que terminamos preocupándonos por sus personajes y todo el camino que tuvieron que enfrentar.

“Tu dolor no es mi dolor, pero conozco su forma. Y lo lamento”

Una de las principales quejas del libro anterior fue que se vendía como una historia con dragones, pero estos solo aparecían al final. Parece ser que Samantha escuchó las quejas porque este libro está lleno de dragones, estos son una presencia constante tanto como apoyo para los protagonistas, como un peligro que puso a todo el mundo en peligro. Los wyrms aparecen en la primera mitad del libro y se volvieron una amenaza, incluso hubo una escena espectacular con Glorian hablando con uno. Así que si no les gustó el Priorato porque no tenía dragones, este libro vino a arreglar eso.

No vamos a mentir, la verdad es que a pesar de tener más acción que el anterior, siguió siendo un libro con un ritmo tranquilo que se tomó su tiempo para ir construyendo su tensión. No es el tipo de libro que no puedes abandonar porque necesitas saber qué pasará a continuación, además, al tener cuatro puntos de vista estos solían intercalarse y cuando un capítulo terminaba de forma emocionante, pasábamos a otro personaje y se perdía esa tensión. 

Otra cosa importante con este libro y el Priorato, es que son libros que dan lo que prometen. Acá no se encontrarán grandes giros de trama o traiciones, no hay plot twist que nos cambien el punto de vista de la historia ni nada más elaborado en ese sentido. La trama que la autora presenta es tal cual la trama que nos encontrando a medida que leemos, de hecho, hubo ciertos “misterios” relacionados con la identidad de Wulf o unas voces que unos personajes escuchaban que resultaban evidentes a pesar de que la autora solo reveló esto para el final del libro.

“¿Y qué es el mundo —le preguntó Dumai—, si no un sueño efímero del que un día nos despertaremos todos?”

Finalmente, El día que se abrió el cielo es una precuela que sigue en muchos aspectos la línea de El Priorato del Naranjo, pero que logra volverse una historia más atractiva, con personajes a los que queremos acompañar en su viaje y muchos más dragones y acción.

Samantha Shannon (Reino Unido, 1991)-. Comenzó a escribir a los quince años, cuando escribió su primera novela, Aurora, la cual permanece inédita. Shannon estudió literatura y lengua inglesas en St Anne’s College, Oxford, y se graduó en 2013. En 2012 firmó un contrato de seis cifras con Bloomsbury Publishing, quiénes pujaron tras la Feria del Libro de Londres, para publicar los primeros tres libros de una serie de siete, empezando con La Era de Huesos. Establecida en 2059, los acontecimientos de la novela tienen lugar en un Londres gobernado por una “fuerza de seguridad” llamada Scion y un Oxford devenido en una gigantesca prisión.​ Los derechos filmográficos de La Era de Huesos fueron comprados por la empresa de Andy Serkis The Imaginarium Studios en noviembre de 2012. En 2019 publicó El priorato del naranjo, una novela de fantasía feminista basada en el mito de San Jorge y el dragón.