[Review de cine] Duna, parte dos: la representación de que el poder del cine son la pura imagen y el sonido

Hoy, 29 de febrero, se estrena en cines “Duna: Parte dos“, gracias a Warner Bros. Pictures Chile. Esta es la esperada continuación de la adaptación cinematográfica de Duna de Frank Herbert, dirigida por Denis Villeneuve.  

La cinta se centra en el viaje mítico que debe realizar Paul Astreides, junto a los Fremen, para vengarse contra los conspiradores que destruyeron a su familia y que amenazan al pueblo del que ahora forma parte. 

Considerando los dichos del director Denis Villeneuve para The Times del Reino Unido, respecto a que la pura imagen y el sonido son el poder del cine, no es sorprendente que justamente esos aspectos sean los más destacables de la cinta, por lo que se recomienda ver en las salas de cine con mejor calidad. 

En este sentido, por un lado, se tiene una maravillosa dirección de fotografía, liderada por Craig Fraser, creando unos encuadres impresionantes, además de apostar por recursos visuales interesantes como secuencias en blanco y negro. Dentro de este aspecto, también se destacan los efectos visuales, el vestuario y el diseño de producción.

Por otra lado, está la música compuesta por Hans Zimmer, apostando por tonos más graves que van de acuerdo con los sucesos que conforman esta entrega, así como una edición de sonido muy cuidada.  

En relación con la historia, que mezcla la ciencia ficción con un poco de fantasía, una parte de esta entrega se dedica a introducir lo que es la vida en el desierto, mostrando específicamente detalles sobre la cultura y la tecnología de los Fremen. Más adelante, la cinta se enfoca en presentar el viaje que debe recorrer el protagonista para convertirse en el mesías que todos dicen que es, así como lo que sucede con las fuerzas opositoras. 

El problema con esta entrega es que intenta integrar muchos elementos en una sola película, dejando poco tiempo para que se desarrollen de forma apropiada. Sin embargo, se entiende que se quiera abarcar lo máximo posible porque de lo contrario, se necesitarían muchas entregas y cada una de estas mega producciones necesita un tiempo considerable para realizarse. 

Se mantiene el reparto principal de la Duna: Parte uno, compuesto por Timothée Chalamet, Zendaya, Rebecca Ferguson, entre otros, pero también se suman a la historia otros personajes interpretados actores y actrices como Florence Pugh y Austin Butler. Se nota que todo el elenco pone lo mejor de sí, siendo las secuencias de peleas un ejemplo de esto.

La historia cuenta con muchos personajes y quizás esto le juega en contra a esta entrega. Las mujeres de la cinta son las más interesantes y las que tienen mayor desarrollo a lo largo de la cinta, sobre todo los personajes interpretados por Zendaya y Rebecca Ferguson, pero los antagonistas son el punto débil, pues no generan una oposición digna al protagonista. También vale mencionar al personaje interpretado por Javier Bardem, que funciona como el alivio cómico de esta cinta.

En esta entrega se presta más atención al cliché de “El elegido”, mostrando una evolución en el protagonista, así como al lado más amoroso de la historia, sobre todo a través de la relación entre Paul Atreides y Chani.

El final de la cinta es tan grandioso que da la sensación de que cada segundo de su duración de casi tres horas valió la pena y obviamente deja la puerta abierta para una tercera entrega, la cual probablemente se va a demorar un par de años en llegar. 

En resumen, Dune: Parte dos muestra detalles sobre la cultura y la tecnología de los Fremen, a la vez que presenta el viaje que debe recorrer el protagonista para convertirse en el mesías y lo que sucede con las fuerzas opositoras. Una representación de los dichos del director respecto de que la pura imagen y el sonido son el poder del cine, siendo estos los aspectos más destacables de la cinta.