[Review de cine] Tarot de la Muerte: Las cartas predicen un desacierto fílmico

Esta semana vimos la nueva propuesta de horror del estudio Screen Gems, Tarot de la Muerte, o simplemente Tarot, como nos dice su título en inglés. Dirigida por Spenser Cohen, quien nos ha brindado películas olvidables como Moonfall (2022), esta cinta nos presenta un sin fin de clichés del cine de terror a los que ya muchos estamos acostumbrados, pero con un tema innovador que quizás le arruine la vida a sus espectadores creyentes del ámbito: la astrología, ya que esta película explora la posibilidad de que el tarot no solo sea una interpretación de lo que se vendrá en tu vida, sino de cómo esta acabará.

Tarot de la Muerte comienza presentándonos a un grupo de amigos universitarios, cuya breve relación seguiremos por hora y media, mientras festejan en una casa rentada en medio de la nada. El alcohol se acaba, y estos muchachos visiblemente sobrios, aunque la película quiera demostrar lo contrario, exploran la casa alquilada en busca de más, llegando así a un misterioso sótano lleno de chucherías místicas que alejarían a cualquiera con sentido común. Entre los muchos artefactos que encuentran se halla una caja misteriosa que contiene un mazo de cartas del tarot con diseños espeluznantes. La película pudo terminar a los 10 minutos, si una de las integrantes del grupo,  Haley, no hubiera revelado que sabía leerlas. Es así cómo empieza una larga escena donde Haley le lee el tarot a cada integrante de su grupo, revelando inadvertidamente cuál será el final de cada uno.

Esta cinta tiene una premisa interesante ante todo pronóstico, sin embargo, muchas veces se siente absurda y poco original, dado que la estructura de sus acontecimientos se asemeja bastante a Destino Final por sus muertes en el orden en el que a cada uno se le leyeron las cartas, y cómo estas lecturas revelan pistas de cómo ocurrirán y quién vendrá por ti. Tarot de la Muerte se enfoca demasiado en añadir tensión a sus escenas fuertes con jumpscares inefectivos, incitando aburrimiento en vez de miedo, sumado a los efectos especiales y disfraces algo baratos de los supuestos personajes del mazo de cartas que se materializan para matar a este grupo de amigos.

Cabe destacar que las muertes de los personajes no se sienten como si tuvieran un peso real en el universo de la película, añadiendo puntos a la absurdidad de esta. Estamos hablando de un grupo de siete amigos que se conocen de hace tiempo, pero ninguno se ve lo suficientemente triste o perturbado ante el hecho de que los demás están muriendo, sobre todo en el final donde, SPOILER, el personaje de Jacob Batalon (Spiderman Homecoming) aparece vivo para la sorpresa de los últimos sobrevivientes a la maldición de las cartas, quienes ya lo daban por muerto. La causa de esto puede deberse a la falta de química entre los protagonistas, o simplemente a una mala dirección, pero el tema es que esto saca al espectador de la experiencia.

El tema del tarot maldito, aunque daba para mucho más, fue bien explicado con montajes del pasado y una explicación del infaltable personaje experto en la situación que sea que esté ocurriendo en tu película típica de terror, cuyo desenlace ya deben de intuirlo gracias a películas como Insidious, o la misma Destino Final que ya se mencionó. Todo el conflicto simplemente se resume a que los protagonistas tuvieron mala suerte por encontrar las cartas, llevándonos al desenlace de esta película, el cual es irrisorio. La forma en la que derrotan a la tarotista que maldijo el mazo es sumamente absurda, y una vez más hace que el espectador se cuestionel por qué está viendo esto.

Tarot de la Muerte no es ni por lejos la peor película de terror de la historia, pero sí es una que desperdició su potencial. Con un elenco algo inexperto, pero salvado por la presencia de Jacob Batalon, esta cinta es ideal para verla entre amigos y reír un buen rato. Para su corta hora y media, la historia avanza rápido, lo cual aporta más a la idea de que sus acontecimientos no tienen peso alguno en el universo de los protagonistas. Cabe destacar que el diseño del mazo maldito es espeluznante, pero el diseño de sus personajes encarnados en la vida real deja mucho que desear, dando a entender por qué sus apariciones se apoyan tanto en jumpscares y falsa tensión, porque si los ves por sí solos cualquiera se muere, pero de la risa.