SINOPSIS: Las vidas de Gloria Felipe y de Nuria Valencia se entrelazan en torno al robo de una niña pequeña que conmociona a la capital mexicana en la década de 1940. Por medio de una narradora que (en sus propias palabras) «no canta mal las rancheras», somos testigos de la batalla de los Miranda Felipe por recuperar a la menor de sus integrantes y de la crianza angustiosa de los Fernández Valencia para salvara su propia niña de un peligro potencial que la policía no ha podido frenar y los medios reportan con el tono de un thriller. Atravesada por diversas imágenes de agua –en forma de lluvia, mar, brisa, estanque o charco– que reflejan el estado anímico de sus personajes, Soñar como sueñan los árboles ofrece una mirada crítica de los mandatos de la maternidad, y muestra también las posibilidades de rebeldía y autodeterminación que abrieron las mujeres del medio siglo para nosotras. El sentido del humor sagaz y punzante de Brenda Lozano hace imposible soltar el libro hasta llegar a sus últimas páginas. «En esta novela el lenguaje baila y nos deja con preguntas como heridasabiertas: ¿Qué estamos dispuestas a hacer las madres en nombre del amor por una hija? ¿Qué (im)posibilita el sistema médico y social para las mujeres?¿Quién tiene acceso a la justicia? ¿Cuáles son las consecuencias del miedo en una sociedad? ¿Cómo llegamos a perdonar? Preguntas cuyo eco retumba en nuestro contexto actual. |
Soñar como sueñan los árboles, novedad de mayo de Penguin Libros, nos presentó un retrato de la maternidad en el México de la década del 40 en medio de una ola de secuestros de niños pequeños. Esto lo hizo por medio de dos protagonistas que se enfrentaron a distintas dificultades relacionadas con la maternidad, la autora analizó hasta dónde estamos dispuestas a llegar por nuestros hijos y las trabas que la sociedad le pone a la misma maternidad.
La hija menor de Gloria Felipe es secuestrada una mañana y su familia hará todo lo posible por recuperarla. Mientras México se encuentra en medio de una preocupante ola de secuestros de niños, Nuria Valencia se preocupa por su bebé e intenta protegerlo de todos los peligros que lo rodean.
“Tal vez porque emocionalmente el tiempo se detiene ahí, justo donde más nos hirieron”.
Lo más interesante del libro es que tuvo una narradora presente, una que se introdujo en la narración e hizo notar su presencia de una forma curiosa y divertida. Sin embargo, tenemos que admitir que si bien esto fue evidente al inicio, una vez pasada la mitad quedamos con la sensación de que se perdió ese toque único. Creímos que su aporte en la historia sería más relevante o que estaría incluso más presente a lo largo de la narración, pero no fue así y para el final olvidamos su existencia.
La historia podría dividirse en dos partes.La primera parte de la novela se sintió como un thriller policial, como la crónica del secuestro y todos los intentos de recuperar a la niña junto con el sufrimiento de la familia al no poder hacerlo. Un retrato tenso y lleno de angustia en medio de una época en que la gente pobre vivía eso sin el apoyo de los medios o la misma policía. Mientras que la segunda parte tuvo un giro interesante, quizá al inicio puede sacar de onda y hacer que nos cuestionemos qué es o que la autora quiere contar con su libro, pero a medida que avanza esta nueva historia terminamos encariñándonos con ella y el dolor retratado, pero sobre todo de la esperanza.
“Tal vez porque el amor de temor está lleno. No son elementos distintos el amor y el temor, al contrario, son como dos fuegos, uno duplica al otro. Y si el amor de temor está lleno, ¿qué hacer con el reiterado fuego?”.
Soñar como sueñan los árboles realizó un análisis interesante a la maternidad, desde la crítica social a la maternidad de Gloria Felipe y sus “fallas” como madre por su responsabilidad en el secuestro, además de su incapacidad de poder seguir adelante. También en las dificultades que tenía Nuria Valencia para tener un hijo y la crítica al sistema de adopción y todas las trabas que le ponía el sistema para ello. Siempre a la maternidad hay asociada una culpa, tanto por serlo como por no serlo, a lo que se suman las varas con las que se mide a las madres que es completamente diferente de los padres. Al mismo tiempo, el libro retrató que el amor de madre puede venir en distintas formas, como el de Gloria Felipe versus el de su propia madre, cuya forma de demostrar su amor era por medio de la estabilidad económica.
Soñar como sueñan los árboles es una novela centrada en el concepto de la maternidad y en medio de una época llena de secuestros de niños en México. El relato de una familia adinerada que se enfrentó al secuestro de su hija menor y el de una mujer cuidando de su bebé adoptado.
“Yo por eso comprendo al mar. Eso no tiene importancia. Míreme. Eso no tiene importancia. Usted no entiende al océano. Míreme: hay sentencias que valen el delito. No hay en las noches nada que brille más que la luz que dan las estrellas, y el deseo no cumplido es la noche más oscura, mi delito vale la estrella que me trajo”.
Autor: Brenda Lozano Editorial: Penguin Libros – Alfaguara Saga/Autoconclusivo: Autoconclusivo | Nº de páginas: 200 ISBN13: 9786073840491 Precio: $15.000 |
Brenda Lozano (México, 1981)-. Estudió literatura en la Universidad Iberoamericana y New York University. Ha publicado tres novelas —Todo nada (2009), Cuaderno ideal (2014), Brujas (2020)— y el libro de ficción corta Cómo piensan las piedras (2017). Cuaderno ideal ha sido traducido al inglés por Annie McDermott bajo el título Loop. Ha sido antologizada en diversas publicaciones, ha impartido cursos universitarios y talleres y se ha involucrado en proyectos de cine y arte contemporáneo. En 2017, fue nombrada como una de las Bogotá , una selección de los mejores escritores jóvenes de América Latina. En 2019 recibió el premio PEN de traducciones. Escribe en el diario El País y vive en la Ciudad de México. |