[Review de libro] Asesina de dioses: un mundo complejo e interesante contado de una forma dinámica y ágil

En mayo llegó a Chile la primera parte de una nueva trilogía de fantasía que comienza con Asesina de dioses de mano de Ediciones Urano y su sello Umbriel. Esta primera entrega logra presentar un mundo en el que abundan los dioses, en el que estos nacen y mueren y buscan atarse a los humanos y sus ofrendas, pero están consumidos por sus deseos y ambiciones. 

Kissen y su familia fueron ofrecidos como ofrendas a una diosa del fuego y ella fue la única sobreviviente. Desde entonces renegó de los dioses y se dedicó a cazarlos. Cuando el rey Arren declaró prohibido el culto a los dioses, ella encontró su nicho de trabajo como asesina. Sin embargo, cuando la hija de una noble vea su vida en peligro y la busque, terminará realizando una peregrinación a una ciudad llena de dioses. Por otro lado, Elo, un excaballero, también realizará la peregrinación, pero por un motivo por completo distinto.

“Todos los humanos veían el mundo de forma diferente, pero latían igual, como un fuego moribundo”.

El mundo que presentó la autora era rico y complejo, con decenas de dioses para todo lo que podía existir, pero al mismo tiempo no resultó abrumador y, de hecho, el libro se lee muy rápido. Los dioses de este mundo nacían y se alimentaban de la adoración humana, había distintos dioses para el fuego, agua de ríos y mares, dioses de las mentiras piadosas, dioses de los caminos seguros y así. Algunos eran pequeños y casi inofensivos, mientras que otros eran enormes y podían vivir incluso sin la adoración de los humanos. Resultó muy interesante verlos como criaturas que buscaban con desesperación ser adorados, que se les ofrecieran ofrendas y altares.

Kissen fue una protagonista acorde a la historia, una chica ruda y que no confiaba en nadie, sí que era un prototipo que hemos leído ya en varios libros antes, pero funcionó para la historia que se quería contar. Además, aportaba ese toque de humor y descaro que se suele asociar a personajes masculinos. Inara, la niña nobble a su cargo, aportaba el toque más ingenuo a la historia, la visión de alguien que todavía creía en el bien de la humanidad y en las buenas intenciones. Por último, Elo era el caballero noble, el que hacía lo que era correcto y también quería cuidar de Inara solo porque era lo que tenía que hacer. Al principio no se veía mucha química entre los tres, pero a medida que la historia avanzó la dinámica entre todos se volvió maravillosa. A esto se sumó un cuarto personaje y narrador, que no diremos quién es para no spoilear, que terminó ganándose nuestro corazón y el de los demás personajes.

“Lo único que quería era ser libre para volar donde quisiera y experimentar el calor de los anhelos de la gente e hilarles las mentiras inofensivas que necesitaban. Quería ser amado. Los dioses necesitaban un propósito; necesitaban amor y plegarias”.

La historia era sencilla, pero lo interesante era que nos presentaba un después de la guerra. Este era el relato que vendría después de una trilogía de fantasía épica en la que los humanos pelearon contra los dioses y ganaron al derrotar al temible dios de la guerra. De hecho, tanto Kissen como Elo pelearon en esa guerra en el mismo bando aunque no lo sabían. Por ese motivo, el libro se sintió tan rico y complejo, porque había toda una historia previa que a veces nos parecía haber leído, aunque sabíamos que no fue así. Sin embargo, la trama de este libro era sencilla, cada personaje tenía un motivo individual para ir a Blenraden y fue bastante lineal en general. Fue solo al final que estos motivos se entremezclaron y nos presentaron una trama más compleja y grande que implicaba un peligro para todo el mundo.

Tenemos que admitir que el inicio puede hacerse algo complicado porque se nos lanzó a él a ciegas y había todo un trasfondo detrás que teníamos que ir descubriendo a medida que leíamos. Quizá más que lento, que no sentimos que lo fuera pues lo leímos en muy poco tiempo, el libro necesitaba su tiempo para que nos importaran sus personajes. Su mundo cautivó desde el inicio, pero sus personajes tardaron un poco más en resultar interesantes y en que quisiéramos seguirlos en el viaje. No obstante, cuando lo logramos, la verdad es que no pudimos parar leer, no solo para saber qué pasaría sino que también porque nos resultó muy divertido.

“La gente ya no necesita a los dioses salvajes cuando está gorda, rica y cómoda. A los dioses no les gusta que los olviden”.

Asesina de dioses es un inicio de fantasía que se lee rápido y presenta un mundo complejo sin ser abrumador, es uno de esos libros que no necesita cientos de páginas para ser interesante y atrapante. En pocas páginas logró presentar un gran mundo, oscuro y atractivo con unos personajes que logran ganarse a los lectores tanto individualmente y como grupo.

Hannah Kaner (Inglaterra)-. Vive en Escocia y trabaja como consultora digital en Edimburgo, donde presta asistencia sanitaria digital, herramientas y servicios para el sector público. Se licenció en Filología Inglesa por el Pembroke College de Cambridge y obtuvo un máster en Ciencias con mención de honor por la Universidad de Edimburgo. Le inspiran las mitologías del mundo, las mujeres furiosas, la ficción especulativa y las historias que nos contamos a nosotros mismos sobre lo que supone ser humanos.