Las hermanas Blue: un relato honesto sobre la complejidad de las relaciones humanas

De la autora de Cleopatra y Frankenstein llegó su nueva novela: Las hermanas Blue, una de las novedades más esperadas debido al éxito que tuvo Coco Mellors con su primer libro. Y así, de forma paralela a su publicación en inglés, llegó su traducción a Chile, una novela de corte de ficción literaria a tres voces que nos llevó por la compleja relación de tres hermanas después de que muriera la cuarta de ellas. El libro nos recordó un poco al estilo de Legado familiar, solo que centrado en hermanas únicamente y sin ese componente caribeño/latino en sus temáticas.

“Para causar dolor, has de sufrirlo; es inevitable”.

Avery, Bonnie y Lucky son hermanas cuyo primer aniversario de la muerte de la cuarta hermana, Nicky, se acerca. Mientras, Avery lucha con la tendencia autodestructiva que siente hacia su vida perfecta. Bonnie es una boxeadora que se retiró después de perder una pelea y ahora trabaja de guardia en un bar y Lucky es una modelo que debutó con 15 años que tiene una adicción a las drogas.

“La sororidad verdadera, la que implica que te crecieron las uñas en el mismo útero y saliste dando gritos a través del mismo canal del parto, no es lo mismo que la amistad. A tu hermana no la puedes elegir, y entre hermanas tampoco existe ese periodo prudencial durante el que os vais conociendo poco a poco. Una hermana es parte de ti desde el principio. Échale un vistazo a un cordón umbilical, duro, sinuoso, desagradable pero fundamental, y compáralo con una de esas pulseras de la amistad hecha de hilos trenzados de colores intensos. Esa es la diferencia entre una hermana y una amiga”.

Las hermanas Blue es el relato de las tres hermanas mientras sus vidas están en puntos complicados y, a la vez, llega el primer aniversario de la muerte de Nicky. De esta forma, a través de los ojos de Avery, Bonnie y Lucky no solo fuimos conociendo la dinámica familiar que tenían, a la misma Nicky, sino que a cada personaje por separado y sus sentimientos con respecto a la muerte de su hermana. Algo muy interesante fue que algunos momentos los pudimos vivir a través de los ojos de más de una de ellas, no es que la autora repitiera la escena, pero sí que logró darnos una continuación de esta cambiando de ojos para que pudiéramos tener una perspectiva más global de la situación.

“Para ella, ser madre era más importante que ser libre. O, mejor dicho, la maternidad era la forma de libertad que había elegido; más que una vida sin dolor, había elegido una vida organizada alrededor del dolor, el amor combinado para siempre con el temor, una casa de muñecas de papel construida alrededor de una llama”.

Si bien todas las hermanas estaban de acuerdo en que Nicky era la mejor de ellas, el pegamento que las mantenía unidas, la mejor escuchando, la más amable y conciliadora, nos gustó que no se nos romantizara del todo el personaje. Pues las mismas hermanas fueron capaces de ir aceptando los defectos de Nicky y los errores que cometió, al mismo tiempo que no afectaban su memoria o recuerdos de ella. Fue muy lindo y triste acompañarlas a las tres a vivir el duelo mientras iban rememorando distintos momentos con su hermana y le daban el peso a cada uno de estos momentos compartidos y que habían formado parte de quienes eran en la actualidad.

“Avery pensó que sobre el amor romántico ya había mucho escrito, sobre la profundidad de ese vínculo. Pero el amor entre hermanas también era digno de protagonizar canciones”.

El libro retrató el cómo suele existir una dicotomía entre el cómo nos vemos y lo que los demás ven, y los problemas de comunicación que esto puede producir. Puesto que las hermanas tenían cierta imagen mental de las otras y vivían tomando como base esas imágenes sin pararse a considerar la posibilidad de que quizá estuvieran equivocadas. Sin embargo, todas sus vidas fueron desmoronándose o sufriendo cambios importantes y esto las obligó a refugiarse en esas personas que las habían acompañado durante toda su vida: sus hermanas, y de esta forma fueron reencontrándose y recuperando el lazo perdido.

“La echo tanto de menos, pero tanto tanto tanto (…). Y estoy esperando a que se extinga ese sentimiento porque todos los demás se han extinguido, da igual lo intensos o difíciles que fueran, pero este no. Sencillamente no voy a dejar de echarla de menos jamás. Hay dos vidas: la de antes de que muriera Nicky y la de ahora. Y parece que no soy capaz de aceptarlo. No puedo aceptar que voy a tener que echarla de menos para siempre. Nunca voy a encontrar ningún consuelo. Nunca nos volveremos a reunir. Y ojalá tuviera algún dios al que recurrir. Ojalá creyese en la vida después de la muerte o algo así, lo que sea. Pero, cuando intento comunicarme con ella de alguna manera, no recibo respuesta alguna. No la oigo. No la siento. Lo único que tengo es esa sensación de echarla de menos. Y parte de mí se alegra de que no vaya a desaparecer porque ahora es lo único que me conecta a ella”.

Las hermanas no fueron personajes fáciles de comprender o querer, quizá Bonnie sí, pero Avery y Lucky eran frustrantes y tercas, y cuando querían serlo, muy crueles. Una de las mejores escenas fue una pelea entre ambas en la que dentro de la cabeza de Avery pudimos leer lo consciente que estaba de que pronunciaría las peores palabras que podría decirle y, aun así, no ser capaz de detenerse. Incluso en sus peores momentos, se podía lograr cierta comprensión de sus acciones porque el relato las volvía cercanas, no significaba que pudiéramos justificar todas sus acciones, pero sí que podíamos entender el por qué detrás de ellas.

“Pero lo que deben saber es lo siguiente: mientras estés viva, nunca es demasiado tarde para encontrarte”.

Las hermanas Blue fue visceral y realista, una disección de las relaciones familiares, de la autopercepción y de cómo nos construimos como personas basándonos en el cómo nos relacionamos con otros. Una historia hermosa de unas hermanas que se perdieron, pero a pesar de la muerte de una de ellas fueron capaces de volver a encontrarse.

Coco Mellors (Inglaterra)-. Creció en Londres y Nueva York, donde obtuvo su MFA en ficción en la Universidad de Nueva York. Su novela debut, Cleopatra y Frankenstein, fue un éxito de ventas en el Sunday Times, ha sido traducida a más de quince idiomas, y actualmente está siendo adaptada para televisión por Warner Bros y Brownstone Productions. Su segunda novela, Blue Sisters, se convirtió en un éxito de ventas instantáneo en el Sunday Times en el Reino Unido. Vive con su esposo e hijo en Nueva York.