SINOPSIS: «Los recuerdos», me dijo una vez, «por pequeños e insignificantes que parezcan, son las páginas que nos definen». El mundo de la joven Elly está formado por aquellos que lo habitan: sus cariñosos pero distraídos padres; su mejor amiga, que huele a patatas fritas y conoce palabras exóticas; un entrañable dandi; una imitadora de Shirley Bassey que la sigue de cerca, y por último, por supuesto, un conejo llamado Dios. Pero en una infancia salpicada por momentos tanto ordinarios como extraordinarios, la constante de Elly es su hermano Joe. Veinte años más tarde, Elly y Joe ya son adultos y siguen estando tan unidos como siempre. Hasta que, en una soleada mañana, un suceso tan aterrador como inolvidable amenaza con destruir su vínculo para siempre. A lo largo de cuatro décadas y moviéndose entre las afueras de Essex, la costa de Cornualles y las calles de Nueva York, Cuando Dios era un conejo trata sobre la infancia, la excentricidad, el lado oscuro del amor y el sexo, el poder de los lazos familiares, la pérdida y la vida. Pero es, por encima de todo, una historia sobre el amor en todas sus formas. «Ningún resumen de la trama le puede hacer justicia a este relato maravillosamente sabio y convincente sobre el amor y la amistad en todas sus formas, sobre la familia separada de los lazos biológicos y sobre las pérdidas peores que la muerte. |
Este mes, llegó a librerías chilenas la nueva edición de Cuando Dios era un conejo, publicado originalmente en el 2011. Este libro es un best seller que llevó a la autora a la fama con una historia enternecedora de dos hermanos, pero también un relato lleno de esperanza y felicidad a pesar de los temas complejos que tocó.
El mundo de la pequeña Elly es su hermano Joe, sus padres y los vecinos que la rodean. En especial, su mejor amiga, Jenny Penny, que huele papas fritas y que vive con su madre y los distintos novios de su madre. Cuando la familia de Elly tenga un cambio en su fortuna y se muden, la amistad de ambas será puesta a prueba por la distancia y los nuevos amigos que hagan en el camino.
“Nada permanece olvidado durante mucho tiempo, Elly. A veces tan solo tenemos que recordarle al mundo que somos especiales y que seguimos aquí”.
Cuando Dios era un conejo es un libro difícil de describir pues no tuvo como tal una trama, sino que se centró en la vida de Elly desde que era una niña para luego dar un salto a su versión adulta. Así que básicamente fue un libro que fue contándonos sobre la infancia de Elly, la relación con sus vecinos, su mejor amiga y su familia. Lo interesante de todo es que la primera mitad fue narrada desde los ojos de una niña que no terminaba de entender el mundo. Esto generó un interesante contraste, pues Elly experimentó ciertos eventos bastante graves como niña o fue testigo de otros, pero su mente infantil no era capaz de dimensionarlo y solo como adulta pudo terminar de entender.
El libro estaba contado por Elly, así que tuvo un tono adorable en su narración. Su voz era una divertida de leer y que provocaba cierta ternura por su misma inocencia, disfrutamos mucho leerla como narradora. Además, fue una gran experiencia ir conociendo a los demás personajes a través de sus ojos, en especial los personajes más cercanos a ella como Joe o Jenny Penny. Quizá no fuera la mejor forma para terminar de entender la complejidad de esos personajes, pero era parte de la gracia, pues como personas nunca terminamos de conocer a quienes nos rodean.
“Ahora, si me preguntas si creo en cierto misterio, en el fenómeno inexplicable que es la vida misma, en algo más grande que ilumina la inconsecuencia de nuestras vidas y que nos da algo por lo que luchar, así como la humildad para deshacernos de lo malo y empezar de nuevo… entonces sí, sí que creo, Es la fuente del arte, de la belleza, del amor, y ofrece la bondad suprema a la humanidad. Para mí, eso es Dios. Para mí, eso es la vida. En eso sí que creo”.
Como dijimos, fue un libro tocó temas relacionados al sexo, abuso y la muerte, pero como gran parte fue con Elly como una niña, solo tuvimos su percepción y descripción de los eventos sin la interpretación adulta detrás. Esto evidentemente hizo que fuera más sencillo para los lectores pues jamás se centró en estos temas más fuertes y la mente de Elly pasaba al siguiente punto con rapidez.
Algo que se repitió mucho en el libro fue el tema de volver a empezar, a que existía esa posibilidad y podía ser tanto una bendición como un castigo. La autora presentó distintas veces en que los personajes tuvieron que aprender a volver a empezar y a través de los ojos de Elly vimos los claroscuros de esta situación. En particular, para el final cuando Elly tuvo que lidiar con la frustración de que alguien cercano no pudiera ser cómo ella quería que fuera.
“Estoy aquí, pero no te pertenezco”.
Al terminar el libro solo podíamos decir de forma negativa que todo fue demasiado perfecto en cierto sentido, que todo se solucionó de la mejor forma posible y que se sintió falso. Sin embargo, al leer los comentarios de la autora al final pudimos entender que ese era el propósito, que la autora quería escribir una historia en la que voluntariamente eligió la felicidad por más que fuera “sacado de la manga”. Y esto fue un mensaje muy en tono con el libro, el elegir la felicidad por sobre el dolor y la soledad. Por ese motivo, nos gustó mucho la historia, porque decidió dejar de lado el reflejo de la realidad para enfocarse en entregarnos esperanza.
Cuando Dios era un conejo es una historia que desborda inocencia a pesar de los temas fuertes que tocó, todo lo hizo desde la narración ingenua de una niña a medida que fue creciendo. Así conocimos a las personas que la rodeaban y los más importantes en su vida, su hermano y su mejor amiga. También cómo, con el paso del tiempo, tuvo que aprender que a veces las personas no eran como queríamos que fueran.
Autor: Sarah Winman Editorial: Ediciones Urano – Plata Saga/Autoconclusivo: Autoconclusivo | Nº de páginas: 352 ISBN13: 9788492919574 Precio: $23.900 |
Sarah Winman (Inglaterra, 1964)-. Escritora y actriz británica, Sarah Winman nació en Ilford, Essex, el 24 de diciembre de 1964. Estudió Interpretación en la Academia de Arte Dramático Webber Douglas en Londres. En 2011 Winman publicó su primera novela, Cuando Dios era un conejo, obra que fue traducida a varios idiomas y que le supuso un notable éxito editorial. Gracias a este título se le otorgaron premios como el New Writer of the Year en los Galaxy National Book Awards. Tras su primer libro Winman publicó A year of Marvellous Ways (ganador del Woman & Home Reader’s Choice Award a mejor novela sobre la amistad), El hombre de hojalata —nominado a los Costa Book Awards de 2017— y Naturaleza muerta. |