SINOPSIS: La primera generación construye la casa. La segunda vive en ella. Y la tercera la quema hasta los cimientos. En 1980, a Carl Fletcher, un adinerado hombre de negocios, lo secuestran en la entrada de su casa y lo retienen para pedir un rescate. Menos de una semana después, lo devuelven a su mujer e hijos, y la familia sigue con su vida, en la saga del sueño americano, reconfortados por la idea de que, aunque el dinero que tienen es lo que los ha puesto en peligro, también es lo que los mantiene a salvo. Sin embargo, casi cuarenta años después, está claro que tal vez nadie ha superado lo que pasó. Carl se ha pasado todos esos años intentando ponerle punto final a su secuestro en secreto, mientras que su mujer, Ruth, ha desperdiciado su potencial protegiendo la salud emocional de su marido. Y a sus tres hijos no les va mucho mejor: el miedo crónico de Nathan no le deja escalar puestos en su bufete; Beamer, guionista de Hollywood, consume de todo (drogas, comida, sexo) para apaciguar su constante terror, y Jenny se ha pasado la vida entera tan empeñada en demostrar que no es un producto de la patología de su familia que ha acabado definiéndola. Cuando se acercan al peligroso precipicio de otro tipo de supervivencia, se enteran de que la fortuna familiar casi se ha terminado, por lo que tienen que enfrentarse a ciertas preguntas desesperadas sobre qué papel ha interpretado su riqueza en los éxitos y fracasos de su vida. El compromiso de Long Island abarca toda la historia de una familia, a lo largo de décadas y de generaciones, hasta llegar al descarado presente, mientras se enfrentan a los elementos clásicos de la vida judía en Estados Unidos: la tradición, la búsqueda del éxito, el terror de la historia, el miedo al futuro, los cuentos de viejas, los males de ojo, ambiciones, logros, aburrimiento, dibbuks, herencias, estafas piramidales, capitalistas de ultraderecha, betabloqueantes, videntes y el cariño y las experiencias compartidas que, si bien no se dicen en voz alta, unen a una familia. |

De la autora de Fleishman está en apuros, Taffy Brodesser-Akner, llegó a Chile su nueva novela: El compromiso de Long Island. En este relato, la autora retratará la historia familiar de unos hermanos judíos herederos de una fortuna enorme que su propio abuelo construyó desde cero y cómo un evento puntual en la vida de un familiar, puede alterar la historia de todos los demás.
En 1980, Carl Fletcher, el heredero de una gran fortuna fue secuestrado y lo mantuvieron lejos de su familia por una semana. Después de pagar el rescate volvió a casa sano y salvo. Sin embargo, 40 años después Carl sigue incapaz de volver a ser quien era y, de una manera u otra, hasta sus hijos debieron aprender a vivir con el trauma de lo que sucedió tantos años antes.
“¿Cómo podía uno empezar de cero si no podía dejar de pisar el cementerio que era el pasado?”
Algo interesante del libro es que se dividió en partes y durante cada una fue contándonos el punto de vista de uno de los tres hermanos, para luego el de la madre y el padre de ellos. Así que fuimos acercándonos al origen de todo este trauma de una manera progresiva. Partimos con Beamer, el guionista de Hollywood que era incapaz de escribir un guion y tenía unos gustos sexuales peculiares. Tenemos que admitir que el inicio fue intenso por la misma personalidad de Beamer, era un hombre que claramente acarreaba el dolor de lo que le sucedió a su padre sin siquiera haberlo tratado. Eso lo llevó a ser una bomba de tiempo, una persona que cometía error tras error y le fallaba a todos a su alrededor, pero de alguna forma logró ser un personaje al que entendíamos en su propia debilidad.
Nathan era el hermano mayor, un personaje pusilánime que a pesar de no ser tan intenso ni complicado como Beamer, sí que se volvió frustrante de leer. Nathan era incapaz de tomar una decisión o de imponer su opinión, se dejaba pasar a llevar por todos. Luego, fue el turno de Jenny, la hija sumamente capaz e inteligente con el deseo de ser diferente de su familia. Aquí nos fuimos al extremo opuesto y cómo ese deseo no era suficiente para definir una personalidad y provocó que Jenny cayera en círculos similares a los de sus hermanos.
“Sabían que el peligro era lo poco común, no la condición, y que era eso lo que hacía que diera tanto miedo”.
En esencia no era una historia que se sintiera cercana, los problemas de los hermanos no se parecían a los que podría tener una persona “normal” porque el dinero era algo que casi no tenía significado para ellos. Por este motivo, eran personajes insufribles difíciles de empatizar, pero, al mismo tiempo, en esencia querían cosas muy básicas como el consuelo de sus padres y el poder conversar los problemas.
Fue curioso que como lectores sentimos algo similar a los hijos de Carl, que el secuestro no fue tan importante. Después de todo, solo fueron unos días y volvió sin heridas ni secuelas. No obstante, con el paso de las páginas fuimos entendiendo que el trauma fue peor, sobre todo por la obsesión de la familia de fingir que nada pasó. Fue una herida que nunca pudo sanar y fue pudriendo a todos por dentro. Quizá Jenny no tenía nociones del secuestro, pero vivió en una familia cuyos padres sí que lo recordaban y ese trauma llegó de igual forma a ella.
“Nadie hablaba nunca de lo larga que era la autodestrucción, que uno podía autodestruirse tantísimas veces durante tantísimo tiempo y no acercarse siquiera al final, el cual es, por supuesto, la destrucción en sí”.
Como menciona la sinopsis, fue la historia en la que el padre de Carl construyó el imperio, Carl vivió de sus ganancias manteniendo lo que hizo su padre, pero Nathan, Beamer y Jenny llevaron este imperio casi al punto de quiebre. El final de la historia tuvo un giro curioso, poco satisfactorio, pero al mismo tiempo con un golpe de realidad de cómo algunas personas siempre logran salir adelante y que lo que vemos como “evolución de personaje” no es algo que necesariamente ocurra en la vida real.
El compromiso de Long Island es una novela que retrata la historia de una familia luego del secuestro del padre y el cómo este evento determinó la vida de todos los integrantes. Un relato poco cercano por la situación de los personajes, pero que logró ser entretenido y emotivo por momentos.
“Lo único peor que darse cuenta de que era una pregunta sin respuesta era darle vueltas a todas horas del día sin darse cuenta de que la vida transcurría al mismo ritmo que la de las personas que no se obsesionaban con preguntas como aquella. ¿Cómo serían si aquello no hubiera ocurrido? ¿Acaso importaba? Había sucedido, y nadie podía escapar de aquel hecho tan básico”.
Autor: Taffy Brodesser-Akner Editorial: Ediciones Urano – Letras de plata Saga/Autoconclusivo: Autoconclusivo | Nº de páginas: 512 ISBN13: 9788492919765 Precio: $28.900 |
![]() | Taffy Brodesser-Akner (Estados Unidos, 1975)-. Creció en el seno de una familia judía ortodoxa. Estudió en la Universidad de Nueva York y se casó con Claude Brodesser, de quien adquirió el apellido. Brodesser-Akner ha trabajado como periodista freelance para medios como GQ, ESPN The Magazine o Texas Monthly y es redactora en The New York Times. Sus artículos sobre celebridades le han conseguido premios como el New York Press Club Award o el Mirror Award. En 2019 publicó su primer libro, Fleishman Is In Trouble, que se publicaría en español bajo el título Fleishman está en apuros. Con él quedó nominada al Women’s Prize for Fiction 2020. |