SINOPSIS: Basada en el libro del exitoso autor de Wonder, esta inspiradora película muestra cómo un acto de bondad puede perdurar para siempre. |
Alas Blancas, la secuela de Wonder (2017), llega a los cines de todo el país este 17 de octubre con una historia desgarradora, pero a la vez llena de optimismo y esperanza. Dirigida por Marc Forster, esta cinta no sigue a August, sino que a su acosador, Julian, quien debe enfrentarse a una nueva escuela y a sus propias inseguridades. Sin embargo, la historia de Julian no es el enfoque principal, sino que esta es una película dentro de otra, ya que la verdadera protagonista será su abuela, Sara Blum (Helen Mirren), una artista y sobreviviente del Holocausto, quien a través de su trágica y poderosa historia ayudará a su nieto a comprender el valor de la empatía y como simples actos de amabilidad pueden hacer una diferencia masiva en la vida de las personas.
La historia de Sara se sitúa a comienzos de la Segunda Guerra Mundial en su pueblo natal de Francia, el cual es invadido por los Nazis, quienes comienzan una cacería contra la comunidad judía inmediatamente. Un día, en plena jornada escolar, los profesores del colegio de Sara la ayudan a ella y a otros compañeros judíos a escapar, sin embargo, solo ella consigue evadir a los Nazis. Sin un lugar adonde ir, Sara es ayudada inesperadamente por Julien, un compañero de clase a quien todos molestan por ser discapacitado. Julien la lleva al granero de su familia y es aquí donde comienza una historia intensa y emocionante donde Sara aprende de una forma muy dolorosa a ser empática una vez que experimenta por carne propia la discriminación injustificada por una condición.
Alas Blancas logra destacar a pesar de lo saturado que está el contenido relacionado con el Holocausto y, aunque para muchos pueda parecer un momento desafortunado para recordar el sufrimiento judío cuando vemos lo que está pasando en el Medio Oriente actualmente, esta película consigue recordarnos que todos los seres humanos son igualmente capaces de herir pero también de ayudar el uno al otro. A pesar de sus múltiples desfases en su estreno, Alas Blancas llega en un momento crítico que como audiencia nos hace reflexionar.
Las actuaciones de todo el elenco son estupendas, como espectadores pudimos sentir sus emociones a flor de piel, sobre todo al final con esa actuación de Gillian Anderson que nos partió el corazón. Aunque esté relacionada con el mundo de Wonder, Alas Blancas brilla por sí sola y demuestra que Raquel Palacio, la autora del libro en el que esta película está inspirada, sabe cómo escribir historias sumamente conmovedoras. Consideramos bastante astuto tocar el tema de la discriminación contra la discapacidad y relacionarlo con todo el contexto de la Segunda Guerra Mundial y los Nazis, que fueron uno de los grupos más discriminadores de la historia. El impacto del mensaje de esta cinta es potente, haciéndola una gran experiencia cinematográfica.
En conclusión, Alas Blancas es una película sumamente conmovedora que enfatiza el poder de la compasión, la empatía y la bondad, pero a su vez nos recuerda lo oscuro que puede llegar a ser el ser humano. A través de una historia tan potente como la del personaje de Sara Blum, la vida de un chico que solía molestar a otro por ser diferente, cambia para bien, y nosotros como audiencia también sentimos ese algo en el corazón con esta narración. Independiente de la realidad en la que vivimos, este tipo de películas siempre es bienvenida para mantener la memoria fresca y evitar que eventos así vuelvan a repetirse. Le damos a Alas Blancas un 9/10.
Dirección: Marc Forster Año:2023 País: Estados Unidos Duración: 120 minutos | Elenco: Helen Mirren, Gillian Anderson, Orlando Schwerdt, Ariella Glaser, Bryce Gheisar |