Asesino por Naturaleza: Reinventando el slasher

Asesino por Naturaleza  es una película de terror canadiense, siendo la ópera prima de Chris Nash.  Es un slasher en que un grupo de jóvenes roba un medallón, lo que hace despertar se su sepultura  a Johnny, quien asesinará uno tras uno con el propósito de recuperar su recuerdo.

El Slasher es básicamente un subgénero del terror donde un asesino psicópata asesina a los personajes uno por uno,  los que generalmente suelen ser adolescentes. Ejemplos clásicos son Freddy Kruegger (Pesadilla en la calle Elm), Jason Voorhees (Viernes 13) o Michael Myers (Halloween). La particularidad de esta película es que está narrada, en su mayor parte, desde la perspectiva del asesino, Johnny.

La película cumple con todos los elementos típicos del género, pero le da una pequeña vuelta. Por ejemplo si se trata de un grupo de jóvenes, pero no están en un contexto sexual, ni tampoco ligado a las drogas. El asesino es un sujeto enmascarado, cuya máscara se parece a la que se ve en  San Valentín sangriento (1981), pero quizás la mayor influencia es la película Viernes 13 (1980), pues los orígenes de Johnny son muy similares a Jason; ambos asesinos tuvieron infancias crudas por lo que existe una especie de trasfondo de enojo que los hacen cometer los asesinatos.

Como es común en el género, las muertes son el foco principal, y aquí se cumplen con creces: cada asesinato es crudo, violento y sangriento. La utilización de efectos prácticos nos hace recordar a este tipo de películas ochenteras. Pueden ser exageradas la manera en que se muestra cada muerte, por lo depende mucho de cada espectador si esto sea un punto a favor o en contra.

Asesino por Naturaleza podríamos decir que se trata de cierto modo de Slow cinema. Porque existe una clara dilatación del tiempo en que a través de planos fijos, lentos y largos vemos las caminatas del asesino en el bosque, que para más de alguno pueden ser secuencias eternas. El seguimiento que se le hace a Johnny se siente como estar jugando un videojuego. Aunque esta propuesta es algo diferente a lo común en el género, puede resultar arriesgada para un público que espera más acción. 

En la cinta notamos una ausencia de banda sonora. Si existe una ambientación de sonido, escuchamos los sonidos del bosque. Esa utilización de la música nos da una mayor perspectiva realista (sin contar el hecho que un muerto sea un asesino serial), ya que el terror a la hora de ocurrir algún asesinato no es inducido por la música. 

Es llamativo que no haya música que induzca a la tensión, pero el que no haya gritos es algo confuso. Cuando ciertas víctimas logran ver de frente al asesino pareciera que solo esperan su muerte, esto demuestra un guion algo flojo. Si bien hay pocos diálogos, no son necesarios para lo que se nos quiere contar, pero las expresiones de los personajes no van acorde a las situaciones que experimentan.  

La película juega mucho con las expectativas del espectador, es más quizás por eso mismo el final podría dar una buena o una desastrosa sensación.

Asesino por naturaleza  ópera prima de Chris Nash, es un slasher canadiense que aporta un enfoque novedoso al contar la historia desde la perspectiva del asesino, Johnny. Aunque homenajea a clásicos del género como Viernes 13, introduce pequeñas variaciones en el retrato de sus personajes y en su atmósfera. Con efectos prácticos que evocan los años 80 y una ausencia de banda sonora que realza el realismo, la película apuesta por un ritmo lento y secuencias dilatadas, algo que puede no agradar a los fans más acostumbrados a la acción constante. Aunque innovadora en algunos aspectos, el guion y las actuaciones carecen de la fuerza necesaria para elevarla del todo dentro del género.