La nueva película chilena a estrenarse este jueves 7 es “Drama”, dirigida por el joven Matías Lira, y protagonizada por Eusebio Arenas, Isidora Urrejola y Diego Ruiz. Su argumento radica en mostrarnos a tres estudiantes de teatro, influenciados por un carismático profesor y la técnica actoral creada por el francés Antonin Artaud, que comienzan a experimentar con sus propias vidas en busca de emociones y situaciones reales para llevar al escenario.
Su obsesión por ser mejores actores los guía a contactarse con sus lados más oscuros, sobrepasando límites que ni ellos mismos ni sus maestros imaginaron.
Según palabras del mismo director, la película tuvo un período de gestación de tres años. Y esto se nota. La calidad técnica de imagen y sonido es altísima. La edición también, la fotografía, y la música de apoyo posee piezas muy interesantes. Los personajes están muy bien definidos y ninguno está de más.
Hay una comunión entre la historia que se cuenta desde el único punto de vista del estudiante de teatro (Lira también estudió actuación) y los hechos que van viviendo cada vez de forma más intensa y empujando los límites de diferenciación entre lo real y lo ficticio.
Los personajes principales conviven en perfecta comunión. Mateo (Arenas) es un joven posesivo, egocéntrico, seguro, pero profundamente turbado por su infancia y el constante recuerdo de su madre. María (Urrejola) es el alma perdida del trío. Ama profundamente a Eusebio, perdona y confía aunque a veces la lógica le diga otra cosa. Se deja llevar de forma sumisa, lo que inicialmente sabe aprovechar Eusebio. Por último, Ángel (Ruiz) aporta un cariño fraternal y una facilidad para enfrentar la novedad en el mundo que comienza a descubrir. Posee una entereza emocional mayor a los otros dos personajes.
La historia transcurre en diversos ambientes, aunque siempre centrada en la vida nocturna capitalina. En antros, sitios desocupados redescubiertos. Estamos rodeados de prostitución, expresiones artísticas, censura e intolerancia. A medida que avanzan los minutos empezamos a darnos cuenta de que estos estudiantes no saben con exactitud quienes son, y que desean encontrar esa identidad a cualquier medio.
Y esto conlleva una carga emocional y una estabilidad mental quebrantada en más de una oportunidad, pues son jóvenes tan interiorizados en lo que recién están aprendiendo, como esponjas absorbiendo la información, que comienzan a caer frente a este “nuevo mundo” que van encontrando en cada persona y en cada esquina que cruzan.
El guión de principio a fin logra una convivencia perfecta entre el cine que es y el teatro que muestra en sus escenas. Existen diálogos cargados de metáforas, imágenes cargadas de simbolismos que pueden funcionar más en una obra de teatro que en una película. Pero es aquí donde Lira consigue mantener un interés en el desarrollo de la historia, y no ahoga al espectador perdiéndolo en una actuación sobreexpuesta y demasiado teatralizada.
Utiliza de manera brillante los flashbacks del protagonista para unir las piezas del puzzle de a poco. Junto a esto, pequeñas dosis de humor también aportan, equilibrando una cinta –al menos- alternativa para la mayoría.
“Drama” nos muestra un mundo que navega entre lo real y lo irreal, pero con personajes y hechos bastante comunes y creíbles. Nos adentra en la mente de un estudiante cualquiera, que perfectamente puede existir -o existe- cerca de nosotros. Pero también podemos extrapolar este argumento para cualquier momento en la vida de cualquier persona: una vida atormentada, turbada por su pasado, conociendo en la abierta juventud opciones que antes eran lejanas incógnitas en su día a día.
Y cómo, empujados por un agente externo –en este caso el profesor- se descubre todo de una manera distinta. Y claro, esto puede ser para bien o para mal. Puede ocurrir cualquier cosa, y en esta película ciertamente que se aceptan varias alternativas.
“Drama” es un más que interesante primer largometraje de Matías Lira, y como tal una invitación a conocer este submundo bohemio, profundo y absorbente; pues todo eso es “Drama”, y se agradece. Y se agradece el doble por ser un producto nacional, demostrándonos una vez más la gran calidad de nuestros nuevos directores.
Calificación no hay?? Bueno, alcancé a ver esta película antes de que la sacaran de cartelera. La verdad es que me pareció interesante saber la verdad cruel que ocurre en las noches de Santiago, donde los jóvenes se tienen que prostituir para ganar dinero. Lamentablemente, creo que esta película podría dejar un concepto confuso con respecto a “estudiar teatro” ya que de alguna forma nos muestra el prejuicio de la ignorancia que la gente comúnmente dice : los actores son gay y las actrices unas wecas. En ese sentido podría no gustar, y aunque se la mire con altura de mira y reflexión, no tiene una moraleja clara esta película.
VALORACIÓN: 6.5/10
Buenisima, intento de Requiem por un sueño en algunos momentos, me encanto esta sicodelica pelicula.