SINOPSIS: El gato es un animal solitario, pero cuando su hogar es devastado por una gran inundación, encuentra refugio en un barco poblado por varias especies, y tendrá que formar equipo con ellas a pesar de sus diferencias. |
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Flow es un festín para los sentidos y una gran iniciadora de conversaciones, y es que la película del letón Gints Zilbalodis vino a arrasar con la audiencia y con las premiaciones también.
La ganadora del Globo de Oro por Mejor Película Animada y nominada al Óscar por Mejor Película Animada y Mejor Película Extranjera, cuenta con una animación única y un elenco que no necesita diálogos ni actuaciones humanizadas para agarrarte del corazón apenas iniciada la película.
Protagonizada por un gato, un perro, un capibara, un lémur y una garza, Flow se centra en la odisea a la que estos animalitos, cuyas personalidades no pueden ser más diferentes, se ven obligados a enfrentar con tal de sobrevivir.
Una trama sencilla, pero a la vez profunda, que evoca todo tipo de emociones y explora una variedad de temas sumamente relevantes que analizaremos a continuación.
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Un estilo de animación único en su clase
Con un pequeño presupuesto de 3.5 millones de euros, el equipo detrás de Flow consiguió crear un estilo de animación soñado a través de Blender, un software de animación 3D.
Las texturas presentes en el universo de Flow son majestuosas, ya que combinan realismo tridimensional con un estilo artístico reminiscente a un óleo o a una pintura con acuarelas, logrando este efecto de ensueño en todas sus escenas, en las cuales no podemos evitar sentirnos inmersos desde el primer minuto.
El diseño de los personajes tampoco se queda atrás, ya que la decisión artística de no “humanizar” o exagerar las características de los animales para causar ternura forzada en la audiencia juega mucho a favor de la historia.
Los manierismos y expresiones de los protagonistas de Flow son fruto de un riguroso estudio de los animales en su entorno natural, incluyendo sus voces, las cuales provienen de fuentes reales. A excepción del capibara y la ballena, quienes fueron interpretados por una cría de camello y un tigre respectivamente.
Todos estos datos curiosos provistos por el mismo director, hacen de la animación de Flow una experiencia única en su clase, ya que al priorizar una representación realista de animales cuyo comportamiento nos es ya de por sí familiar, permite que la audiencia conecte de inmediato con los protagonistas y su enigmático universo.
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La construcción del mundo de Flow
De principio a fin recorremos este mundo despojado de los humanos y barrido por una inundación a través del punto de vista del gato, quien debe afrontar sus miedos y dejar todo lo que conoce con tal de sobrevivir.
Flow se enfoca en realzar tanto la implacabilidad de la naturaleza como su belleza, haciendo que la audiencia se vea sobrecogida por esta a la vez que el gato se abre paso por nuevos horizontes.
Los vestigios que quedan de que alguna vez hubo humanos en este mundo son verdaderamente intrigantes, y dejan mucho a la imaginación, como la casa en la que el gato vive al principio y los monumentos dedicados a él.
¿Qué pasó con la familia del gatito? Nunca lo sabremos.
Lo genial de Flow es que juega con una trama muy conceptual que apela al instinto, lo que calza perfecto con la noción de que estamos explorando este mundo a través de los ojos de un gato, permitiéndonos sentir las mismas emociones que él ante una situación determinada, como el temor a lo desconocido que experimenta al ver a la ballena o a las garzas sobre él.
Todos los personajes de Flow tienen una personalidad única que permite que el improbable grupo de amigos se complementen, permitiendo así su supervivencia. Tal y como se dan muchos momentos de aprendizaje y lecciones de convivencia, también ocurren muchos conflictos divertidos y memorables que no les quisiéramos spoilear, pero el perro y el lémur son unos adorables agentes del caos.
Sin duda lo que nos caló más hondo fue el final del viaje, el cual es toda una experiencia difícil de procesar, sobre todo con la escena de la garza. Se exploran temas como el sacrificio y la empatía, dos elementos que causan conflicto en cualquier escenario de supervivencia.
Una vez que el gato se vuelve a reflejar en el agua como en el principio de la película, se da cuenta de que ya no está solo, dándose a la interpretación de que el sacrificio y la pérdida pueden dar lugar a algo bueno contra todo pronóstico.
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Flow es toda una experiencia cinematográfica, ya que no solo cuenta una historia sobre un gato y su aventura en bote, sino que retrata la superación de los miedos y la importancia de la amistad mientras estimula tus sentidos de una forma de lo más inmersiva.
Esta es lejos una de las mejores películas del 2024, y es un grito para que la animación sea apreciada como la forma de arte sin límites que es, sobre todo cuando es hecha con pasión que ni siquiera un bajo presupuesto puede detener. Le damos a Flow un 10/10.
Dirección: Gints Zilbalodis Año: 2024 País: Letonia Duración: 1 hora y 25 minutos |
Muy bonita pelicula