SINOPSIS: María Margarita es la menor de cuatro hermanos de una familia que vive en un pueblo minero del desierto de Atacama (Chile). Los padres de la niña se dan cuenta de que la pequeña tiene un don muy especial: habilidad para contar películas. |
Este jueves llega a la pantalla grande la adaptación cinematográfica del famoso libro de Hernán Rivera Letelier, La Contadora de Películas, una historia superficialmente ligera y alegre, pero que en el fondo relata una realidad cruda dentro de un contexto puramente chileno. Dirigida por la danesa Lone Scherfig, esta cinta gira en torno a María Margarita, la menor de cuatro hermanos de una familia que vive en un pueblo minero en medio del desierto de Atacama. Después de sufrir un accidente laboral, el padre de la familia queda postrado en casa, lo que hace que su esposa y madre de sus hijos huya de casa para tratar de cumplir su sueño frustrado de ser artista. Dado que ya no hay ingresos suficientes para ir al cine todos los domingos como solían hacerlo, el padre decide hacer un concurso entre sus hijos al mandarlos de a uno al cine para que vuelvan y relaten la película de la semana a los demás. Es así como María Margarita descubre su talento innato para la actuación, lo que la impulsa a hacer de su profesión el maravillar a todos con sus épicos relatos.
La Contadora de Películas tiene una cinematografía y dirección notable, ya que al ser filmada en un pueblo minero abandonado, la cámara capta de una manera sublime el ambiente que propicia el desarrollo de semejante historia: un escenario desolado, sin color, sin vida. El contraste que se produce en el momento en que María Margarita comienza a relatar sus películas hace que la mente de quienes la oyen se expanda, abriendo un mundo pintoresco frente a los ojos de quienes nunca han visto algo parecido en persona. La película es fidedignamente una carta de amor al cine y sus comienzos, representando de forma acertada lo que muchos cinéfilos sentimos, y es que el cine es en sí, nos sirve como un escape de la realidad, permitiéndonos sentir cosas que probablemente nunca podremos experimentar en carne propia.
La elección del elenco para esta película fue estupenda, ya que no solo se aprecia el hecho de que esté compuesto en su mayoría por actores chilenos (no como cierta película también situada en el norte que importó a todo su elenco desde España y México, sí, hablamos de Los 33), sino que se nota que no hubo intención de blanquear nuestra cultura en lo absoluto. Por un lado, escuchar nuestro dialecto del español sin censura ni neutralización, fue un respiro de aire fresco y un toque necesario de personalidad para la película. Por el otro, nuestra cultura familiar fue muy bien representada, incluso para una historia situada en 1960, y por supuesto se aprecia que las locaciones hayan sido reales y grabadas en territorio chileno. Que el mismo Daniel Brühl haya venido a nuestro desierto se siente genial. Aunque la cinta no estuvo exenta de contratar actores conocidos en la pantalla chica, los protagonistas y la mayoría de quienes les rodeaban lucen como personas que podríamos encontrar en cualquier parte de Chile y no solo en Las Condes para arriba, lo que facilita la conexión de la audiencia con los personajes en pantalla.
Pero esta cinta no es solo optimismo y alegría, ya que sus personajes viven sumidos en un mundo de dolor interno cuya exploración es muy interesante, ya que las emociones van subiendo como espuma y una vez que la olla explota, la realidad cruda de los protagonistas comienza a apoderarse de la narrativa por completo. La felicidad que María Margarita brinda a través de sus relatos es una distracción para ella, su familia, y para la audiencia, de lo que en realidad pasa en sus interiores: el dolor colectivo que causó el abandono de la madre, la depresión que sufre el padre por estar postrado y no ser capaz de darle una vida digna a sus hijos, el posterior abuso sexual de María Margarita, la ira contenida que yace en sus hermanos, etc. Todos estos elementos forman un contraste entre la realidad triste y vacía versus la vida glamurosa y emocionante que viven los personajes que María Margarita gusta de observar. Es todo una demostración de cómo el cine puede ser un escape momentáneo de una cruda realidad, pero que al final es solo eso, un escape, y que uno debe decidir si quiere escapar de esta en serio.
En conclusión, La Contadora de Películas hace un excelente trabajo como adaptación literaria y como una representación de la cultura chilena para el mundo. Con un elenco muy bueno y una narrativa atrapante, esta película merece aclamación, ya que explora temas difíciles de digerir al mismo tiempo que da lugar al optimismo y al uso de la imaginación. Le damos un 8/10.
Dirección: Lone Scherfig Año: 2023 País: Chile Duración: 1 hora y 56 minutos | Elenco: Bérénice Bejo, Sara Becker, Alondra Valenzuela, Daniel Brühl |