En noviembre llegó a Chile una nueva edición de El asesino ciego, una novela de Margaret Atwood centrada en la vida de dos hermanas durante el siglo XX. La historia tiene un misterio relacionado a la muerte de una de las hermanas, pero el grueso del libro se centra en ser una novela histórica sobre la infancia de ambas y cómo fue crecer en esos años.

Iris y Laura Chase eran herederas de un importante legado familiar que se vino abajo cuando eran muy jóvenes. Por ese motivo, Iris debió casarse para ayudar a su familia, sin embargo, las apariencias y secretos aun así destruyeron a su familia. Una Iris ya anciana rememora el origen de su familia y su infancia en el hogar familiar, Avilion, mientras presenta capítulos del libro de su hermana que se volvió de culto debido a su prematura muerte.

“En aquel momento era capaz de recordar su ausencia mucho mejor que su presencia”.

El libro tiene cuatro hilos distintos; el primero, es con Iris en el presente narrando su día a día como anciana; el segundo, es Iris contándonos sobre el origen de la fortuna familiar hasta los eventos que llevaron a la muerte a Laura; el tercero, los capítulos de El asesino ciego, la novela que escribió Laura y fue publicada póstumamente. Este libro narraba los encuentros clandestinos entre ella y un hombre no identificado, pero también contenía fragmentos de una historia de ciencia ficción que él inventaba para ella. Por último, intercalados podíamos encontrar fragmentos de noticias de algunos eventos, como la muerte de Laura, fiestas, accidentes, o temas políticos del momento.

“Incluso los momentos en que discutían, se peleaban, se separaban, sufrían, volvían a unirse. Cómo les gustaba cortarse el uno al otro, probar el sabor de su propia sangre. Estar juntos erea una ruina, piensa ella, pero ¿de qué modo vivir, en estos tiempos, más que en la ruina?”

Es importante notar que a pesar de tener todos esos hilos, la verdad es que, prácticamente, todo el libro fue narrado desde los ojos de Iris, pues ella era quien narraba los eventos importantes. Además, ella misma parecía nunca estar segura con respecto a Laura, pues tanto su personalidad como su muerte fueron los misterios que tuvimos que descubrir a medida que leíamos. Desde el inicio, Iris describió a Laura como una chica especial, una que veía el mundo de otra manera y muy firme con sus principios. Sin embargo, eso no volvió a Laura en un personaje fácil de entender y recién para el final fuimos capaces de tener una visión un poco más clara.

La autora logró mantener el interés en la historia a pesar de ir intercalando entre pasado, presente y la novela, de esta forma, sin volverse tedioso, el libro logró enganchar. Eso sí, tenemos que admitir que el final del libro no fue explicativo de una forma explícita y pueden quedar con la sensación de no haber terminado de entender. Es cierto que tuvimos respuestas a las preguntas que teníamos, pero aun así quedamos con la sensación de que nos faltó terminar de conectar bien los puntos.

“La guerra ocurre en blanco y negro. Para los que están al margen, claro. Para los que participan realmente en ella tiene muchos colores, excesivos colores, demasiado brillantes, demasiado rojo y anaranjado, demasiado líquido e incandescente. Sin embargo, para los otros la guerra es algo así como un noticiario: granuloso, difuminado, con estallidos entrecortados y grandes cantidades de personas de piel gris corriendo, arrastrándose o cayendo, todo en otra parte”.

Un aspecto interesante que queremos comentar fue el tema del “villano” de la historia. Al ser una novela histórica realista no había algo así como un antagonista como tal, salvo que para las últimas páginas quedó claro que sí que había un personaje que dañó a las hermanas. Sin embargo, este personaje resultó ambiguo y poco claro, de hecho, la misma Iris en un momento hizo una pausa para decirnos que estaba consciente de este aspecto, pero que para ella misma era un personaje que veía borroso en sus recuerdos. Esto se sumó al trato que recibían las mujeres en esos años y cómo eran solo consideradas por su capacidad de casarse y tener hijos, incluso las hermanas Chase que venían de una familia importante y con dinero de Canadá.

El asesino ciego es una novela que abarca varios años de vida de dos hermanas, desde los ojos de la mayor. Una novela histórica centrada en un pueblo pequeño en Canadá durante la Primera y Segunda Guerra Mundial y los años que siguieron, y el cómo incluso mujeres de alta cuna eran solo vistas como bienes con los que negociar.

Margaret Atwood (Ottawa, 1939)-. Es una de las escritoras más prestigiosas del panorama internacional. Autora prolífica traducida a más de cuarenta idiomas, ha practicado todos los géneros literarios. Entre su amplia producción destacan las novelas Por último, el corazón, Alias Grace, El cuento de la criada, Los testamentos y Oryx y Crake, El año del Diluvio, Maddaddam y Ojo de gato, la colección de relatos Nueve cuentos malvados y el ensayo Penélope y las doce criadas, todos ellos publicados por Salamandra. Ha recibido, entre otros, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, el Governor General’s Award, la Orden de las Artes y las Letras, el Premio Booker (en dos ocasiones), el Premio Montale, el Premio Nelly Sachs, el Premio Giller, el Premio Literario del National Arts Club, el Premio Internacional Franz Kafka y el Premio de la Paz del Gremio de Libreros Alemanes.