SINOPSIS: Retrato de la vida de Uxbal: padre abnegado e hijo desamparado. Intermediario de la sombra. Próximo a los desaparecidos. Atraído por los fantasmas. Sensible a los espíritus. Superviviente en el corazón de una Barcelona invisible. Sintiendo que la muerte le ronda, intenta encontrar la paz, proteger a sus hijos, salvarse a sí mismo.
TÍTULO ORIGINAL: Biutiful
AÑO: 2010
DURACIÓN: 145 min.
PAÍS: México
DIRECTOR: Alejandro González Iñárritu
GUIÓN: Alejandro González Iñárritu, Armando Bo,
Nicolás Giacobone (Historia: Alejandro González Iñárritu)
MÚSICA: Gustavo Santaolalla
FOTOGRAFÍA: Rodrigo Prieto
REPARTO: Javier Bardem, Maricel Álvarez, Diaryatou Daff,
Eduard Fernández, Ana Wagener, Guillermo Estrella, Rubén Ochandiano
GÉNERO: Drama
“Biutiful” encierra muchos temas, todos ligados a la esencia del ser humano en su estado más simple y común. Rodada en España, con un elenco en el que se conoce por estos lares sólo a su protagonista Javier Bardem, llega una de las nominadas en los últimos Oscar, pero que –obviamente –no ganó nada.
En pobreza y con la muerte rondando, los personajes de esta nueva película de González Iñárritu (“Amores Perros”, “21 Gramos”) nos lleva a las calles de una ciudad atestada de gente, de vicios, de dolor y de calles llenas de cemento que esconden las emociones dentro de cada casa que no alcanza a ser hogar.
Un retrato con tintes de poesía llena de melancolía, pero a la vez directo, fuerte como un golpe en el estómago, con giros argumentativos que si ponemos atención no son tan sorprendentes, pero que noquean al espectador, con un guión perfectamente trabajado.
La fotografía, sin ser muy pulcra, logra aquella sensación de claustrofobia, y la edición contrastando aquellos planos cerradísimos y espacios llenos de luz enceguece, pero como parte también de esta historia que, aunque no tiene demasiados sobresaltos, sí posee un cúmulo de emociones que van apareciendo a medida que se desarrolla.
“Biutiful” puede ser demasiado pesimista, o demasiado hermosa, o ambas. Su director no cae en el panfleto social, aunque está presente en el relato la crítica correspondiente de forma casi literal. Aún así nos centramos en los personajes, en sus vidas miserables pero complejas, en el cómo afrontan lo más oscuro de sus vidas.
Las interpretaciones son buenas, con algunos actores que sobresalen, como Maricel Álvarez como la enfermiza esposa de Uxbal, el personaje de Bardem, quien nos brinda –por lejos –la mejor interpretación de la película –y de su carrera tal vez -, como aquel héroe herido, lleno de malas decisiones del pasado y presente, que se enfrenta a un movido futuro que lo lleva a aun camino de sufrimiento y anhelo de redención.
González Iñárritu nos muestra una ciudad cosmopolita en su lado menos amable. Esta vez desnuda Barcelona para entregarnos lo que en “Amores Perros” era un grito desgarrador y ahora en “Biutiful” es un dolor ahogado y asfixiante que traspasa la pantalla y nos hace partícipes del silencioso viaje de Uxbal frente a las noticias que le dan.
Tal vez el único punto que realmente tiene en contra esta película es su duración. Podría haberse comprimido un poco la historia, pues casi dos horas y media pueden aletargar a varios, considerando que la película de por sí es lenta.
Así que ya están completamente avisados, si gustan de las cintas de González Iñárritu vayan a verla de todas maneras, al igual si son fans de Bardem que se luce –lo que se agradece de sobremanera, más aún después del bodrio de “Comer, Rezar, Amar” en el que trabajó –y lleva sobre sus hombros una carga que nadie desea tener en ningún momento de su vida.
Vayan con la mente clara y tómense dos paracetamol antes de entrar si llegan al cine luego de un día muy pesado, para disfrutar de verdad de “Biutiful” y ser espectadores de una película cruda, directa, y complejamente simple, con un guión muy bien trabajado, una música de Santaolalla –fiel colaborador del director –típica, a la médula e interpretaciones intensas y profundas, como la vida misma.