SINOPSIS: Frank Cotton, un hombre joven, violento y ambicioso de experiencias personales adquiere una caja china procedente de un bazar oriental y dotada de poderes. Según antiguas leyendas, es una especie de puerta a seres de otra dimensión. Al abrirla, Cotton convoca a estas criaturas procedentes de un infierno fantástico, pero éstas sólo le infringirán tormentos hasta acabar con él. Veinte años después, dos nuevos inquilinos se instalan en la vieja casa de Frank: su hermano y su esposa. La aparición del espíritu de Frank es el principio de una vorágine de horror en estado puro que enloquecerá a sus familiares. Una gota de sangre, vertida casualmente por su hermano sobre el suelo del desván, es el desencadenante de la tragedia.
TITULO ORIGINAL: Hellraiser
DIRECCION: Clive Barker
GUION: Clive Barker
PROTAGONISTAS: Andrew Robinson, Clare Higgins,
Ashley Laurence, Sean Chapman
PAIS: Inglaterra
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Dos cosas son las que hacen de esta película un clásico. La primera de ellas es sin duda su estética, un elemento muy cuidado en todas las películas de Clive Barker. Desde la enigmática forma de la Configuración (la especie de cubo rubik infernal) hasta la apariencia sexualmente ambigua y fetichista de los Cenobitas, el mundo de Hellraiser se nos presenta como un lugar oscuro pero a la vez hermoso.
La obsesión por los piercings, la profanación de la carne por el metal y la plasmación visual del dolor constante es algo que está presente en toda la película, y ciertamente ayuda mucho el hecho de que, incluso tras casi veinte años de su estreno, los efectos especiales sanguinolentos están muy bien hechos (la secuencia en la que vemos a Frank Cotton regenerarse a partir de una mancha de sangre en el suelo sigue siendo tan increíble como entonces), si bien algunos efectos digitales del final (rayos eléctricos más que nada) son sumamente falsos.
El otro elemento que define el éxito de la película es su genuina perversidad. Desde el inicio de la historia, lo que nos muestra Clive Barker es una situación doméstica en la que dos personas inocentes (Larry Cotton y su hija Kristie) son auténticas presas del Mal, un mal que sólo puede ser combatido por medio de la intercesión de uno mayor. Los personajes de Frank y Julia son auténticas plagas humanas, seres pervertidos y malévolos sin ningún tipo de lealtad más que hacia su sadomasoquista relación (el carácter del sadomasoquismo es crucial para la película, ya que desde el principio hemos visto como el principal atractivo que Julia ve en Frank es el hecho de que él la trata como basura).
Es obvio que todo el esfuerzo narrativo de Clive Barker está centrado en estos dos personajes, ya que los “héroes” (Kristie y su novio) son un par de tortolitos atolondrados cuya única posibilidad de éxito yace más en una posible alianza con las fuerzas oscuras que en un real enfrentamiento con éstas.
Aún así, “Hellraiser” se engolosina con esta maraña de personajes más malos que buenos, convirtiendo a la película en una ruidosa puesta en escena sin lograr unificar toda la trama y dejándonos un poco a la deriva. La explicación es mínima y ciertamente el desenlace –más allá de ser abierto o cerrado –tira un poco por la borda todo el preocupado trabajo de su desarrollo.
Las actuaciones distan mucho de ser buenas, y también hacen perder la fuerza de algunos personajes de por sí vitales para la historia, entregándonos en conjunto un producto interesante, distinto, complejo, pero poco pulido. Se podría haber trabajado mejor en el cierre y las actuaciones, tal como se hizo con el aspecto visual y el argumento inicial que son unos de los mejores puntos positivos de la película.