[Review de cine] Aliados

SINOPSIS: Año 1942 durante la Segunda Guerra Mundial. Max es un espía del bando aliado que se enamora de Marianne, una compañera francesa, tras una peligrosa misión en el norte de África. La pareja comienza una relación amorosa hasta que a él le notifican que Marianne puede que sea una agente doble que trabaja para los nazis.

Las historias de la segunda guerra mundial son muchas y variadas, sucesos de la guerra en las trincheras, en diferentes países, en diferentes situaciones. Y así mismo, las historias de amor que podemos ver en ellas también son muchas. En esta ocasión vemos a dos espías enamorándose, o eso es lo que pretenden mostrarnos.

Si bien Brad Pitt y Marion Cotillard son buenos actores, el papel les juega un poco –o tal vez mucho– en contra. Ambos espías, que –se supone– saben esconder bastante bien sus sentimientos y no dejan ver nada de lo que piensan –lo que es nada–, se enamoran en una misión. Pero ahí radica el principal problema, porque lo que quiere parecer una seducción se ve plano a través de la pantalla, sin llegar a convencer de que estén enamorados. Y eso les pasa la cuenta, porque cuando todo está mal y “perdido”, en la duda, se trasmite exactamente igual que cuando todo estaba bien y era perfecto.

La emocionalidad debe trasmitirse para convencer de que lo que vemos es real, es una historia de amor, y termine como termine, quedemos emocionados por lo que vimos. En este caso solo vemos miradas intensas que pueden significar desde hastío hasta amor profundo –en alguien con mucha imaginación–. Se confunde mucho el secretismo de la época y la profesión de espía, con estoicidad, una que nunca debería ser traspasada a la vida íntima de una pareja.

Si bien la película no es mala, tiene ese vacío que te deja la sensación de montaje, a pesar de que todo indica que no lo sea. Como que estuviéramos presenciando una obra de teatro, donde todos los actores se odian entre ellos.