SINOPSIS: Jupiter Jones nació bajo el cielo de la noche, con signos que predecían que estaba destinada para grandes cosas. Ahora ha crecido, y Júpiter sueña con estrellas. Sólo cuando Caine, un cazador de ex militares de ingeniería genética, llega a la Tierra para seguir el rastro de ella, Júpiter comienza a vislumbrar el destino que ha estado esperando por ella todo este tiempo, su genética la marca como el próximo eslabón de una extraordinaria herencia que podría alterar el equilibrio del cosmos.
Todos generamos nuestras propias expectativas cuando escuchamos que los Hermanos Wachowski están en un proyecto en específico, Matrix no logró su éxito por nada y, aunque no tuvo el rating esperado, Cloud Atlas fue una película bastante disruptiva por su forma narrativa.
En esta ocasión, con un retraso de ocho meses, se estrena El Destino de Júpiter (o Jupiter Ascending en su idioma original) en nuestras salas. Se supone que el retraso es por arreglos que se debían hacer en los efectos especiales, un factor fundamental en el metraje, el que sin duda tuvo sus frutos… más aún cuando lo más importante de la cinta son “los efectos especiales” o todo lo que se hace en digital dentro de ella.
Los directores/guionistas/productores son especialistas en ciencia ficción, y esta película no es la excepción, con un comienzo bastante común nos van introduciendo en un mundo (o una galaxia) que no nos podríamos imaginar. Sin embargo, su historia no es tan maravillosa como toda su creación, podemos ver en ella un lugar común con cualquier historia “terrestre” y la narración va perdiendo su atractivo con el paso del tiempo. No logra ni de cerca la emoción creciente que lograron en Matrix, aunque sí mantiene su pasión e intriga.
Por eso mismo es difícil clasificar el trabajo de Channing Tatum y Mila Kunis, sus personajes no tenían la profundidad necesaria para llegar a encariñarte o identificarte con ellos, mantenían un desapego con el público, pero sin llegar a separarte por completo de sus experiencias y terminar odiando la película, un recurso que tal vez no fue bien utilizado. Lo que nos lleva a la experiencia de “los malos”, quienes pasaron sin pena ni gloria por la pantalla, una ambigüedad que no debería permitirse sin un desarrollo mayor de los personajes.
Definitivamente no es una cinta que logrará grandes premios, pero cumple con divertir e impresionar, más aún con sus efectos especiales sí usan el 3D como un recurso que genera una diferencia en la pantalla, como hace tiempo no sucede en una película con esta tecnología.
Director: Hermanos Wachowski |