SINOPSIS: Inspirada en los acontecimientos que tuvieron lugar durante un intento por alcanzar el pico más alto del mundo, narra el recorrido de dos expediciones que se enfrentan a una de las peores tormentas de nieve que el hombre ha conocido jamás. El temple de los alpinistas es puesto a prueba cuando deben luchar contra la furia desatada de los elementos y superar obstáculos imposibles en un desesperado esfuerzo por sobrevivir.
No hay duda de que las películas han ido evolucionando en el tiempo, en esta última época se ha dejado de lado el esconder ciertas cosas para mostrarlas a destajo en la pantalla grande, a vista y conocimiento del morbo del espectador.
Cada vez con más crueldad, más descarnadas, mostrando lo que antes se ocultaba. En esa línea podemos ver a Everest, una cinta que con un estilo que mezcla los documentales y las películas nos muestra lo que pocas veces hemos visto de este coloso. Una lucha por alcanzar la cima, no solo entre la montaña y el hombre, sino entre muchos para llegar a ella.
Y por ahí va uno de los primeros problemas que enfrenta esta cinta: en la pantalla saben que son demasiados y que tendrán problemas para llegar todos ellos al éxito. Pero eso no solo es un problema para ellos, el espectador también tiene uno y es que difícilmente logras generar la empatía necesaria con los protagonistas –si es que llegara a haber solo unos pocos– para interesarte en su historia, historias que rozan lo superficial, por más que tratan de incursionar en ellas a grandes rasgos, alejando al público de lo que espera ver: la lucha contra la montaña.
Dejando de lado ese tema, podemos ver que la incursión a la montaña se muestra de una manera solemne, a fin de cuentas es una fuerza más grande de lo que ellos mismos piensan y genera esa sensación de estar en un lugar inhóspito, que quiere derribarte. La tensión y la emoción juegan una carrera en contra del tiempo, del que nos hacen ser testigos, sin llegar a tener un ritmo apropiado para la pantalla, pero sin dejar de traspasar un poco de lo que quieren mostrar.
Finalmente, nos encontramos con una cinta que quiere tener mucho drama y llegar a presentar una buena aventura con el formato de un pseudo documental, pero que en la búsqueda de esas tres cosas se pierde un poco en el camino. Una película que nos deslumbrará con su paisaje, especialmente con las tomas aéreas que se pueden apreciar aún mejor en el formato de 3D. Y a pesar de lo que nosotros podamos pensar, los mejores jueces son ustedes mismos.
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Director: Baltasar Kormákur |
