SINOPSIS: Cuenta la historia de las sufragistas inglesas en los albores de la Primera Guerra Mundial. La mayoría de estas mujeres no venían de clases altas, sino que eran mujeres trabajadoras que veían cómo sus protestas pacíficas no servían para nada. Radicalizadas y volviendo su lucha cada vez más violenta, estaban dispuestas a perderlo todo en su búsqueda incansable de la igualdad: sus trabajos, sus casas, sus hijos y sus vidas. Esta es la historia de Maud, una de estas mujeres, y de su lucha por la dignidad y la de sus compañeras.
No son pocos los momentos de lucha en nuestra historia. Guerras, protestas, todas nos llevan a un cambio en nuestra forma de ver la vida, la forma de vivirla, e incluso los momentos que menos pensamos tienen un repercusión importante en el futuro.
La películas que muestran una parte de la historia también son importantes, si lo pensamos, la demostración “visual” de lo que pasaba en ese momento y del pensamiento de la época repercute más en nuestra percepción del hecho y nos deja ver cómo era ese entonces y qué sucedió, mucho más que una lectura del tema.
Es en esa perspectiva que debemos mirar Las Sufragistas, un pedazo de historia que, desde el punto de vista más natural y cercano, como el de una trabajadora, nos demuestra que cualquier lucha es válida y, así mismo, que la lucha puede comenzar desde los lugares más comunes.
Una cinta que encarna las peripecias de las mujeres inglesas para obtener el voto y que retrata la sociedad de la época con una fotografía oscura y opresiva, representando la visión de la misma directora sobre el tema. En ese mismo sentido, la cinta nos muestra las injusticias y el “derecho” que tenían las mujeres en esa época, dejándonos con esa sensación de vergüenza por una sociedad que aún no se ha convertido en la actual.
Carey Mulligan, en el papel de Maud, soporta estoica todo lo que se le viene encima, una seguidilla de desgracias que vienen con la implicancia en la lucha por el voto femenino. Pero así también podemos ver a través de su historia la transformación hacia el empoderamiento sobre ella misma, que siempre estuvo ahí pero subyugado por la sociedad en la que estaba inserta.
Inevitablemente la película te deja con una vena revolucionaria, con ganas de luchar contra el mundo para que las injusticias sean resueltas de una vez por todas, para salir a pelear por lo que queremos y encontramos que es lo correcto. Una cinta inspiradora, pero a la vez con perspectiva, que demuestra que las peleas no son fáciles y que siempre habrá un costo que pagar por lo que queremos.
Director: Sarah Gavron |