SINOPSIS: Johnny Andrés Gaete es un hombre de 34 años que acaba de pedirle matrimonio a su novia. El mismo día en que lo hace, llega a su casa su hermana Constanza, con quien no mantiene ningún tipo de relación, pero que al atravesar por una crisis personal debido a la reciente separación con su marido, acude a su hermano para quedarse con él por un tiempo. De esta forma, al vivir juntos por un período, ambos hermanos deberán poner a prueba las grandes diferencias que los separan.
Es difícil no tener como precedente de No quiero ser tu hermano las películas previas de los hermanos Badilla. Títulos como El babysitter y Mamá ya crecí los llevó a una crisis hace 4 años atrás, haciendo que fueran a probar nuevos horizontes y formalizar sus estudios para poder hacer mejores películas. Ahora han regresado y su nueva incursión en el cine es esta cinta, que a primera vista se nota con un tono diferente a las anteriores.
No hay que negar que uno va con un poco de temor a la sala, ver un estreno nacional que compite directamente con películas de renombre internacional es un desafío que se verá recompenzado de alguna manera con esta cinta. La impresión a los primeros minutos sigue siendo de intriga, Johnny Andres y Cony, los protagonistas, reflejan muy fácilmente a cualquiera que tenga hermanos y las peleas y discusiones solo se ven aguadas por lo exagerada que se ve la representación en un principio.
Sin embargo, al pasar de la cinta los ánimos se van apaciguando, hay un poco más de normalidad y se entiende que se debe contar una historia coherente. No se dejan de lado los momentos graciosos y absurdos, recordando que es una comedia, pero tampoco se dejan de lado los momentos emotivos y de conexión. Un paso adelante de cualquier cinta que hayan estrenado antes esta pareja de hermanos. Por lo que comentan, la historia de hermandad nació principalmente de ello, su camino juntos ha sido una constante y claramente no pudo haber sido siempre miel sobre hojuelas.
En resumen, no se puede decir que es la mejor película que verás en el cine, pero no deja de generar emociones y de tener una coherencia narrativa que se mantiene constante. Una nueva oportunidad en el cine nacional para los hermanos Badilla, inclusive se podría decir que es un nuevo comienzo.
Director: Gonzalo Badilla |