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SINOPSIS: En el fantástico mundo de Kumandra, humanos y dragones vivieron juntos hace mucho tiempo en perfecta armonía. Pero cuando unas fuerzas del mal amenazaron el territorio, los dragones se sacrificaron para salvar a la humanidad. Ahora, 500 años después, esas mismas fuerzas malignas han regresado y Raya, una guerrera solitaria, tendrá que encontrar al último y legendario dragón para reconstruir un mundo destruido y volver a unir a su pueblo.[/box]
El 5 de marzo llegó a la plataforma de Disney Plus, por medio del Premium Access (+ $12.900), la nueva cinta llamada Raya y el último dragón. Una historia de fantasía y aventura en un mundo que perdió la antigua magia de los dragones y solo el recuperar los trozos de una gema puede devolverla a su gloria original.
Raya es la nueva guardiana de la gema, un honor que pertenece a su familia y del que ella está emocionada por formar parte. Sin embargo, cuando en Corazón son traicionados y la gema es destruida liberando a los Druun en el mundo, Raya pondrá toda su esperanza en encontrar a la última dragona para que la ayude a restaurarla.
Hay que partir por lo más obvio, la animación y cinematografía es espectacular, se siente que esto es lo mismo que se comenta una y otra vez cuando Disney saca una película, pero así es. Los paisajes parecían fotografías de locaciones reales, el agua, la ropa, el pelo, todo es impecable e incluso los movimientos corporales y expresiones de los personajes parecen reales.
Lo anterior lleva a que la experiencia visual de ver Raya y el último dragón sea maravillosa. No solo tenemos una calidad increíble de animación, sino que un mundo rico y complejo que con cada nueva toma solo queremos parar la cinta para poder apreciar todos los detalles. Casi se siente como un videojuego con distintos mundos a los que ir y quedan ganas de seguir viendo más del mundo creado. Debido a que Disney toma mitología del sudeste asiático, también recuerda mucho al mundo mostrado en Avatar: El último maestro aire.
Disney lleva ya varias películas en que nos demuestra que sus protagonistas no necesitan un interés amoroso para funcionar y Raya sigue en esa línea. Es una chica consumida por el resentimiento frente a las personas responsables de todo, es incapaz de confiar y de abrirse con los demás. Sin embargo, a medida que avanza la cinta va aprendiendo que las personas cometen errores, pero eso no las hace malas y que siempre para lograr la paz, es importante dar el primer paso. Raya como heroína es impecable, pues no solo es buena peleando, cuyas escenas de pelea están muy bien logradas, sino que logra equilibrar sus defectos con deseos de hacer el bien. No es perfecta y todavía le queda mucho camino por aprender.
Justo por eso su contraste con Sisu, la dragona, es bonito, pues Sisu es alguien completamente pura y llena de fe en que las personas tomarán las decisiones correctas por el bien común. Si bien al principio puede chocar su forma de ser en contraste con lo que se espera, Sisu logra ganarse a la audiencia con su pureza y forma de ver el mundo. Además, demuestra que para ser heroína no solo tienes que ser una guerrera sino que puedes cambiar los corazones de quienes te rodean.
Contrario a lo que suele ocurrir con estas películas cuyo mensaje termina siendo sobre la heroína, con cosas como aprender a confiar en uno mismo o el poder de la amistad. Acá el mensaje de la cinta se siente sumamente actual porque habla de la comprensión entre grupos distintos de personas, del respeto y de la convivencia. De aprender a perdonar los errores y de dar el primer paso en la confianza.
Finalmente, Raya y el último dragón es una película que se luce en la animación y el mundo creado, una historia divertida que tiene un trasfondo complejo sobre la comprensión entre grupos distintos de personas, aprender a perdonar y saber dar el primer paso.
Año: 2021 País: Estados Unidos Duración: 1 hr y 44 min. Plataforma: Disney Plus (con Premium Access) | Director: Don Hall, Carlos López Estrada, Paul Briggs, John Ripa Elenco: Kelly Marie Tran, Awkwafina, Izaac Wang, Gemma Chan, Daniel Dae Kim. |