Sinposis:
Marlo (Charlize Theron) es una madre de dos hijos, uno de ellos “especial” y el tercero en camino, cansada con su vida familiar y sintiendo el rol de madre que le fue impuesto, que ella misma se exige, debido a esto, es que su hermano (Mark Duplas) decide contratarle una niñera nocturna que se haga cargo de la recién nacida por los primeros meses. Renuente en un principio y agradecida después, llega una niñera joven (Mackenzie Davis), llena de vida que se hará cargo no solo de su hija, sino de la misma madre.
Madre antes que nada
Charlie Mic
No podía ser en otra semana más que en esta, donde ya se celebró el día de la madre y se han hecho un montón de reflexiones sobre el rol de la madre y la importancia que posee dentro de la familia, en qué se va a publicar este post sobre Tully. A diferencia de la mayoría de las funciones de prensa, antes de ir a ver la película había visto el tráiler en el cine y sentía curiosidad sobre cómo es que se iba a desarrollar. Debido a esto, es que me cree expectativas y tenía una ligera impresión sobre lo que tenía que esperar, como aparece en la sinopsis, se nos aparece una madre que representa el promedio de la población norteamericana, y me atrevo a decir, de casi cualquier parte del mundo.
Así es como inició la película, una historia escalofriantemente real sobre una mujer que se pospuso en todos los sentidos posibles para cumplir el rol que, tanto su entorno como ella misma se exigía, las exigencias mínimas para poder llevar una familia prácticamente sola con hijo que es “particular” hizo que todo colapsara bajo su propio peso, y como era de esperarse aceptó la ayuda que le había ofrecido su hermano: una niñera nocturna, que iba a ayudarla tan sólo en las noches con su bebé para que ella pudiese dormir y cumplir con sus funciones a diario. A medida que se la historia avanza, podemos ver con claridad los cambios que sufre esta madre con un reencuentro consigo misma y el ser mujer, donde se recupera como mujer, amiga y amante. Todo esto gracias a la invaluable mano de una joven que la escucha, comprende y ayuda. La película nos hace cuestionarnos cuánto le exigimos a nuestras madres y cuánta ayuda/cooperación es la que ofrecemos; sin embargo, tiene un giro único y espectacular hacia el final de la película, por lo que muta de una película de autosuperación a un drama profundo, que deja al espectador con la boca abierta, para bien o para mal. No cabe duda que la apuesta de Reitman, donde el espectador no puede quedar indiferente, en definitiva, lo amas o lo odias, pero ese es el valor agregado de la cinta, que no importa si es que te gusta o no el final, sino que te deja pensando y eso, eso hace que gane.
Cada uno de los actores hacen un papel espectacular, incluso los niños son creíbles y se acoplan a esta familia que está al borde de ser calificada como disfuncional, aun cuando la película propone que todas las familias están al borde de ser llamadas disfuncionales.
Charlie Mic
Aquí les dejo el trailer: