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SINOPSIS: ¿Podría ser un simple farsante quien está cometiendo los crímenes… o el príncipe ha vuelto a la vida?
Tras el dolor y el horror que le ha causado descubrir la verdadera identidad de Jack el Destripador, Audrey Rose Wadsworth no tiene otra opción más que huir de Londres y de sus recuerdos junto con el arrogante y encantador Thomas Cresswell.
Rose viaja al corazón oscuro de Rumania, hogar de una de las mejores escuelas de medicina forense de Europa… y de otro asesino de renombre: Vlad el Empalador, cuya sed de sangre se convirtió en leyenda.
Pero el sueño de la vida de Rose, pronto se ve frustrado por los sangrientos descubrimientos en los pasillos del imponente castillo de la escuela, y se ve obligada a investigar asesinatos que le resultan extrañamente familiares. Quizás, lo que encuentre despierte sus temores más profundos.[/box]
En marzo llegó la continuación de la famosa saga de A la caza de Jack el Destripador por parte de Ediciones Urano, cuya reseña ya pueden encontrar en la página. Si la leyeron deben saber que ese libro fue una gran decepción y que salvo el trabajo de investigación había poco que destacar. Sin embargo, con A la caza del Príncipe Drácula no sucedió lo mismo y resultó una grata sorpresa.
Audrey Rose y Thomas van camino a una academia de Ciencias Forenses en Rumania, en un castillo que perteneció a Vlad III. Sin embargo, los asesinatos y las muertes sin explicación no se hacen esperar y pronto ambos se verán inmersos en una búsqueda llena de criaturas míticas y leyendas.
Primero, creo que uno de los principales motivos que me hizo disfrutar mucho más este libro fue que a diferencia del anterior aquí mis expectativas eran bajas. Segundo, y creo que puede ser el motivo más importante, tiene que ver con Audrey Rose como protagonista. Quien en la primera entrega siempre recalcaba lo distinta que era a las demás chicas, lo inteligente y fuerte. Sin embargo, debido a los sucesos previos, Audrey Rose está herida y asustada. La protagonista se encuentra en una constante lucha por demostrarse, esta vez, a sí misma que es capaz de todo lo que creía y ese es el factor clave que hace que podamos entenderla y agarrarle un poco de cariño.
Con respecto a Thomas, si bien sigue siendo un personaje que en mi opinión no termina de estar tan bien construido, entiendo el tipo de personalidad que busca lograr la autora. Y, esta vez, a diferencia del libro anterior, Thomas sí que logró parecerme un poco más encantador y así la relación entre ambos más creíble y divertida.
Un tercer motivo por el que esta historia funciona mejor, tiene que ver con la sucesión de los hechos. Mientras que en A la caza de Jack el Destripador la autora tenía que hacer calzar ciertos momentos reales con su propia narración (es cierto que movió los días, pero no es un cambio tan grande) eso le quitó fluidez y la sucesión lógica se vio truncada. Aquí, en cambio, la autora pudo crear y decidir de forma libre la manera en que los eventos ocurrirían y se nota. Se siente una historia más orgánica.
Un aspecto que no me gustó en el primer libro y aquí, por desgracia, se mantuvo tiene que ver con el final. No haré ningún spoiler, pero quiero decir que la autora tiene una fascinación por los finales casi cinematográficos lleno de momentos espeluznantes y escenarios macabros. Que me parece bien, es cierto que toda la ambientación del libro es bastante macabra y funciona. Sin embargo, para el final se sintió demasiado exagerado al punto de que le quitó potencia al momento. A eso se suma que la resolución del caso fue bastante decepcionante, la persona responsable no parecía tener una motivación importante lo que solo aumentó la sensación de absurdo de la escena.
Al igual que en A la caza del Príncipe Drácula, Kerri Maniscalco hace un gran trabajo de documentación que se nota en los pequeños detalles que tiene la novela. Logra una buena ambientación del lugar y de las personas, todo acompañado con fotografías y una nota al final en la que explica los cambios realizados.
Curiosamente, A la caza del Príncipe Drácula es una continuación que funciona mucho mejor que su antecesor. Con una protagonista que debe probarse a sí misma ser lo que creía que era y una historia más orgánica logra entretener e incluso encariñar al lector con sus personajes.
Muchas gracias a la editorial por el ejemplar.
Autor: Kerri Maniscalco
Editorial: Urano– Puck
N° de páginas: 480
ISBN13: 9788492918652
Idioma: Español
Precio: $16.900
[author] [author_image timthumb=’on’]https://images.gr-assets.com/authors/1463933725p5/14584166.jpg[/author_image] [author_info]
Kerri Maniscalco (Estados Unidos)-. Creció en una casa semiembrujada en las afueras de la ciudad de New York, donde comenzó su fascinación por los ambientes góticos. En su tiempo libre lee todo lo que llega a sus manos, cocina toda clase de comida con su familia y amigos y bebe demasiado té mientras debate los detalles más complejos de la vida con sus gatos. A la caza de Jack el Destripador es su novela debut en la que mezcla su amor por la ciencia forense y las historias inconclusas.
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