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SINOPSIS: El espacio alberga incontables secretos. Y Kira Navárez ha encontrado el más letal. Ella siempre ha soñado con encontrar vida en otros planetas. Pero nunca pensó que enfrentaría a un enemigo que pondrá en riesgo a toda la humanidad. Durante una misión de reconocimiento rutinaria en un planeta sin colonizar, Kira descubre una reliquia alienígena. Su euforia no tarda en transformarse en terror cuando el antiquísimo polvo que la rodea empieza a… moverse. En mitad de una guerra interestelar, Kira se verá empujada a una odisea de descubrimiento y transformación de dimensiones galácticas. El primer contacto con los alienígenas ha sido totalmente distinto de lo que ella esperaba, y los acontecimientos la obligarán a poner a prueba los límites de lo que significa ser humano. Mientras Kira afronta sus propios horrores, la Tierra y sus colonias se debaten al borde de la aniquilación. Es posible que Kira sea la mayor esperanza de la humanidad, y también la última…[/box]
Christopher Paolini logró hacerse un espacio en la literatura de fantasía siendo muy joven y desde entonces siempre se recuerda su saga que comenzó con Eragon, pero, salvo un libro de relatos cortos, no había vuelto a publicar nada hasta ahora, que da el salto a la ciencia ficción adulta con Dormir en un mar de estrellas.
Kira es una xenobióloga que forma parte de un equipo a cargo de preparar planetas para su futura colonización. Es el último día de su trabajo más reciente y su vida parece estar tomando un giro para bien, sin embargo, un encargo de última hora la hace bajar a Adra de nuevo y desde entonces nada será lo que ella esperaba. Kira se verá envuelta en una guerra mucho más grande de lo que podía imaginar.
Es importante aclarar que si bien la historia es autoconclusiva se considera dentro de algo llamado el Fractalverso. Así que sí, lo más probable es que en el futuro existan más libros dentro de este universo, pero no estarán directamente relacionados con este. El autor ha confirmado la adaptación de Dormir en un mar de estrellas, a lo que se sumarían relatos cortos, nuevos libros y hasta una canción basada en el primer libro.
Es imposible evitar las comparaciones así que comenzaré por ahí. Es cierto que hay una maduración en la pluma del autor. No obstante, por más que el contexto sea diferente, Kira comparte ciertos rasgos con Eragon en cuanto a su construcción de personaje. Todo gira en torno a ella; es útil, pero no por sí misma sino que por un factor externo (en Kira es el xeno y con Eragon era Saphira); logra pelear muy bien sin entrenamiento, aunque esto vuelve a estar relacionado al mismo factor externo de antes. En resumen, ambos son importantes, pero no por ellos como personas, sino que por algo externo que los lleva a estar al centro de todo.
“Poseemos consciencia. Poseemos raciocinio. Y estamos hechos de la misma sustancia que los cielos (…) Somos la mente del propio universo.”
De hecho, durante gran parte del libro Kira solo es un huésped de algo más grande que ella, sí, toma decisiones y da ideas, pero la mayor parte del tiempo son casi por impulsos o por “visiones” relacionadas al xeno. A pesar de ser una científica son escasos los momentos en los que la vemos hacer gala de su conocimiento y siempre son más como datos curiosos, nunca hace un aporte real por ella misma (por la que era antes de que sucediera lo que da inicio a la trama). Probablemente, esto lleva a que a pesar de que sí que tiene una personalidad, no sepamos bien definirla incluso una vez terminado el libro.
Hay otros personajes que la acompañan y la ayudan, por algunos momentos son demasiados nombres como para ir reteniendo o incluso recordar. Por suerte, los más importantes se repiten y de a poco vamos conociéndolos. El que más destaca es Gregorovich, que es la mente de a bordo de una nave. Es el personaje más complejo y el que mayores momentos de humor aporta a la historia, funciona con un humor absurdo, pero que tiene momentos de profundidad y, contra todo pronóstico, logra encajar muy bien con Kira.
“Por la pura euforia, por supuesto. Para ser más de lo que era, y para cabalgar sobre las estrellas como un coloso, sin estar encorsetado por los ruines confines de la carne”
Sobre el mundo, se nota que hay mucho detalle en su construcción, en los planetas, las estrellas, los sistemas, las organizaciones humanas y todo eso. Hay mucha información, pero no se vuelve abrumador pues solo vamos necesitando un poco a la vez y los diagramas y mapas que vienen al final de cada parte ayudan bastante. Sin embargo, no es un libro que se clasificaría como ciencia ficción dura pues la ciencia no es realmente importante aquí, no hay grandes explicaciones relacionadas a los avances y las que hay son bastante simples. La mayoría están al final, en los apéndices, y aquí se va al otro extremo, por un momento se vuelve demasiado denso, aunque no es necesario leerlos para entender la historia.
En cuánto a la forma en que se van dando los eventos, da la sensación de que nos encontramos frente a una novela de aventura y acción, casi fantasía, más que a una de ciencia ficción. Los eventos que van sucediéndose y las motivaciones de los personajes para ir de un lado a otro, terminan rigiéndose más por instintos que por hechos o pruebas. Por ejemplo, en una parte del libro “alguien” dijo que “existía algo que podía cambiar el rumbo de la guerra” y pasamos casi 200 páginas en una búsqueda de la que poco se saca en limpio. Esa parte fue por lejos la menos interesante porque vemos a los personajes ir por un objeto mítico que no sabemos cómo ni por qué es importante y que la mención llega casi de la nada.
“Fue como la muerte, como la aniquilación del ser. Las paredes de mi mente se desmoronaron y me dejaron farfullando sin sentido ante el rostro desnudo del universo. Tenía el conocimiento de toda la raza humana a mi disposición (…) Y sin embargo estaba solo”.
Es cierto que hay varios componentes en la ciencia ficción que pueden resultar atractivos para los lectores, pero en lo personal mi parte favorita es el tema de la concepción de la humanidad. Una buena obra de ciencia ficción lleva a replantearnos ya sea temas morales, el cómo pensamos, el cómo reaccionamos o el cómo nos vemos a nosotros mismos, como individuos o dentro de una sociedad. Acá esto queda más de lado por las escenas de acción, de hecho, el libro es muy visual y funcionará perfectamente como película. Sin embargo, se termina extrañando el componente humano y los cuestionamientos clásicos de este género.
Para resumir, Dormir en un mar de estrellas es un buen libro para partir en la ciencia ficción adulta. Puede verse imponente por la cantidad de páginas, pero tiene mucha acción y diálogos, lo que lo vuelve rápido de leer. Esto puede jugar en contra si buscan un libro que sea más profundo y trate temas humanos complejos.
Muchas gracias a Editorial Urano por el ejemplar para reseña.
| Autor: Christopher Paolini Editorial: Urano – Umbriel Saga/Autoconclusivo: Autoconclusivo (Fractalverso #1) | N° de páginas: 888 ISBN13: 9788416517398 Idioma: Español Precio: $29.900 |
[author] [author_image timthumb=’on’]https://pbs.twimg.com/profile_images/1196822897748271109/3P-8M5ao.jpg[/author_image] [author_info]
Christopher Paolini (Estados Unidos, 1983)-. Nació en el Sur de California y ha vivido casi toda su vida en Paradise Valley (Montana). En el año 2003, a la edad de diecinueve años, publicó su primera novela, Eragon, y pronto se convirtió en un fenómeno literario. Su saga El legado (compuesta por Eragon y sus tres secuelas) ha vendido cerca de cuarenta millones de ejemplares en todo el mundo. Dormir en un mar de estrellas es su primera novela para adultos.
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