[Review de libro] El alma del brujo: una secuela que logra mantener el tono, pero ser su propia historia

Este mes llegó a Chile la esperada secuela de El vals de la bruja: El alma del brujo de Belén Martínez. En esta nueva entrega nos encontraremos casi 50 años más adelante, en 1940, con personajes que son descendientes de otros que ya conocimos en el libro anterior. Es una historia independiente, pero que se encuentra del mismo mundo. Mucho podría ser entendido sin leer el vals, pero hay aspectos muy interesantes que requieren de leerlos en orden para que puedan disfrutarlos mejor.

Liang es una de las sobrevivientes de la Tragedia de la Academia Covenant en la que vio a su compañero formar parte, al mismo tiempo, fue el momento en el que murió su mejor amiga. Meses después tiene un trabajo en la biblioteca y trabaja a escondidas como médium para los Sangre Rojas para juntar dinero y ayudar a su familia. Pero cuando sin querer se encuentre en medio de una pelea y encuentre un misterioso objeto, se verá inmersa en una peligrosa búsqueda.

Como dijimos, este libro es independiente en su historia (en gran parte) del vals, sin embargo, si que se arrastraron las consecuencias de ese libro, además de presentar a los descendientes de sus personajes. Por ejemplo, el compañero de Liang involucrado en la tragedia era Adam Kyteler, nieto de Eliza y Andrei, protagonistas del libro anterior. Al mismo tiempo, Liang se apellidaba Shelby, que era el cuarto amigo del infame grupo de amigos formado por Marcus Kyteler, Sybil Saint Germain, Aleister Vale y Leo Shelby (en el relato La muerte del brujo pueden encontrar más sobre ellos). En resumen, si bien El alma del brujo cuenta su propia historia con Liang y Adam como protagonistas, estaba conectado con el pasado tanto por la trama como por lo que acarreaban los personajes debido a los lazos familiares.

“En tiempos como estos, las creencias no tienen límites. La desesperación hace tanto daño como esas bombas que han tirado… y deja unas secuelas todavía más horribles”.

Este libro transcurrió principalmente durante el bombardeo de los alemanes a Londres en la Segunda Guerra Mundial, nos gustó que existiera el dilema entre los brujos sobre qué tanto debían de ser parte de la guerra. Si bien tenían acuerdo de no participar en asuntos de Sangre Roja, seguía siendo su ciudad la que era bombardeada. Fue un dilema interesante que se planteó en el libro, quizá nos hubiese gustado un poco más de desarrollo en él.

Sobre los personajes, la verdad fue que Liang estuvo bien, pero carecía de una personalidad que la hiciera destacar especialmente. Algo muy propio de los Shelby, ni tan fuerte, ni tan inteligente, ni tan poderosa, pero con buen corazón. Fue un buen personaje, pero no uno que hubiese brillado bien por sí solo, sino que lo hizo por sus interacciones con otros personajes más complejos o interesantes. Aun así, nos gustó que mucho con ella tuviera que ver con qué pasaba cuando una chica que nunca poseyó tanto poder lo tuviera de golpe.

Por otro lado, Adam era el descendiente de Eliza y Andrei. En esencia era interesante el descubrir qué lo llevó a ser parte del atentado a la academia y todo lo relacionado a que era parte de los Favoritos del Infierno. Nos gustó la conexión que tenía con Liang y el cómo se fueron dando las cosas entre ambos, quizá el punto en contra fue lo brusco de su cambio para el final del libro. Al final no era un personaje tan complejo como pensábamos y eso fue algo decepcionante.

“No podía detenerme. Su corazón llamaba al mío. Era como si unos hilos se hubiesen enredado en mi cuerpo y tirasen de mí sin compasión, sin darme la oportunidad de resistirme”.

Quien nunca decepcionó fue Tānlan, el centinela falso de Liang, este demonio en el cuerpo de un gato que acompañaba a Liang, pero siempre dejando en claro que no era su centinela. Nos gustó mucho el cómo se llevaba con ella y con su familia, y el cómo a medida que avanzó el libro su personalidad fue siendo más honesta. Algo también que nos gustó de la entrega fue que la familia de Liang era un tema presente en la historia y en las preocupaciones de ella, no era la clásica historia con la protagonista sin padres que le impidieran meterse en problemas.

Este libro tuvo el regreso de un personaje que conocimos en El vals de la bruja y que, tenemos que admitir, se robaba la historia con sus apariciones. Nos gustaba mucho su personalidad y la forma en que se relacionaba con los demás personajes. Además, funcionó como un guía para Liang que terminó metida en todo el tema de los Favoritos del Infierno sin saber muy bien qué pasaba. Al final, la trama del libro fue descubrir qué querían e intentar evitar que lo obtuvieran, aunque mucho se centró en reaccionar y evitar sus ataques, al mismo tiempo que debían protegerse de los bombardeos alemanes.

El alma del brujo nos presenta una historia que siguió dentro del mundo del anterior y con su mismo tono, pero que logró tener una identidad propia y única. Una historia de brujos en plena Segunda Guerra Mundial, con el regreso de algunos personajes y otros nuevos que lograron tener una gran química entre sí.

Belén Martínez (España, 1990).- Belén Martínez nació un día de invierno en Cádiz, en 1990, y descubrió la magia de las letras cuando era muy pequeña. Desde entonces, no ha dejado de escribir. Estudió Enfermería y, actualmente, compagina su trabajo de matrona con la escritura y la adaptación editorial. Es autora de Lilim 2.20.2003 (ganadora del I Premio Darkiss), Hasta la última estrella, Una sonata de verano (ganadora del I Premio Puck), Cuando reescribamos la historia, Sangre de Dioses y El vals de la bruja es su sexta novela.