SINOPSIS: La Princesa Ginebra ha llegado a Camelot para casarse con un extraño. El carismástico rey Arturo. Con la magia que extiende sus garras por las fronteras del reino de Arturo, el emblemático Merlín tiene una solución: decide enviar a Ginebra para que se convierta en la esposa de Arturo, para que pueda protegerlos de aquellos que buscan la caída de la ciudad que gobierna el joven rey. ¿Cuál es la trampa? El verdadero nombre de Ginebra. Su identidad verdadera. Nadie la conoce realmente. Ella es una sustituta, una joven que ha sacrificado todo para salvar Camelot. Para mantener a Arturo a salvo, Ginebra debe abrirse camino en una corte donde los antiguos residentes, incluida la misma familia de Arturo, quieren que las cosas continúa siendo como siempre, y los nuevos, aquellos atraídoss por el sueño de Camelot, luchan por una vida mejor. Y siempre, en el corazón verde del bosque y las negras profundidades de los lagos, la magia espera al acecho para reconquistar el reino. Justas mortales, falsos caballeros y romances prohibidos no pueden compararse con la amenaza más grande: la joven de largo pelo negro que cabalga a través de la foresta oscura hacia Arturo. Porque cuando toda su existencia es una mentira, no es posible confiar ni siquiera en uno mismo. |
En el mes de octubre llegó a Chile la primera parte de la nueva trilogía de la autora Kiersten White, esta vez tomará como base el mito artúrico para contarnos la historia desde los ojos de Ginebra. Si bien podría compararse con su trilogía que comienza con Hijas de las tinieblas, la verdad es que por el estilo ligero y juvenil se acerca mucho más a historias como La última cazadora.
Ginebra va camino a casarse con Arturo, el joven rey de Camelot, sin embargo, hay un problema: ella no es Ginebra. Merlín la envió para cuidar de Arturo ahora que en el reino está prohibida la magia. Por desgracia, lo único que Ginebra sabe hacer es magia, muchas otras son desconocidas para ella. ¿Cómo ser una reina si ni siquiera está segura de quién es?
Había una magia peligrosa en fingir.
Si llegan a la novela esperando una historia oscura y compleja la verdad es que se van a decepcionar, es un libro juvenil con todas las características de estos. Nuestra protagonista recuerda más a las de los libros del 2010, con un Arturo que parece el clásico protagonista masculino de esos libros y así con casi todas las relaciones que se dan entre los personajes. La excepción sería la amistad que se da entre Ginebra y Dindrane, podría haber caído en el cliché de las enemigas, pero el giro entre ambas resulta adorable.
Aún así Ginebra no es un personaje que caiga mal o que agote por sus actitudes, es una chica que está en un entorno que le es por completo desconocido y está intentando hacer lo mejor que puede. Como el libro es narrado a través de sus ojos podemos ver lo perdida que está y cómo hay muchas cosas que son incógnitas dentro de ella.
Las mujeres son más fuertes cuando comparten el dolor unas con otras. Cada una de nosotras carga un poco. Nadie muere, y todas nos curamos juntas.
El que sea una historia más juvenil que otras de la autora, hace que sea un libro que resulta muy divertido de leer, tanto por el tono ligero de la historia como por el hecho de que recuerda a los clásicos del young adult. Es cierto que hay un continuo aire de misterio en todo, porque nuestra protagonista, a medida que avanza el libro, descubre que sabe menos de sí misma de lo que pensaba. Y esto lleva a que todo resulte sospechoso; las personas que se le acercan, las cosas que suceden a su alrededor, sus propios recuerdos, etc.
En este aire en el que nada se siente seguro para Ginebra, Arturo se vuelve una roca. Un rey justo que busca lo mejor para su gente, amable y cariñoso. El personaje puede resultar demasiado perfecto, pero al mismo tiempo no molesta, porque es realmente bueno y existen personas así. Por eso es fácil entender lo que Arturo produce en Ginebra, porque también lo produce en los lectores: una calma y confianza. Además, por lo mismo no puede ser perfecto en todos los aspectos y esto es lo que nuestra protagonista va descubriendo poco a poco.
Existía el bien y existía el mal, pero había mucha distancia entre los dos.
Lo más probable es que dependiendo de qué tanto sepan del mito artúrico afecte qué tanto les gustará o disfrutarán la historia. Todo esto porque es muy sencilla y salvo pequeños detalles, que sí que suman puntos, se mantiene dentro de lo conocido. Si conocen la historia y han leído otros retellings este no les aportará mucho más, pero si conocen lo mínimo solo por las películas, resultará divertido de leer.
Algo que sí se nota mucho en esta primera entrega es la ausencia de un verdadero antagonista. A medida que leemos sabemos, y resulta evidente, quién será el “villano” de la trilogía, pero esto se confirma al final. Durante el libro faltó una verdadera contraparte que generara la sensación de peligro y que le diera un cierto orden a la historia, porque por momentos es solo Ginebra yendo de un lado a otro sin saber qué está haciendo.
Finalmente, El engaño de la princesa es un inicio algo desordenado de la nueva trilogía de la autora, un libro que cae más dentro de lo clásico del juvenil, pero que resulta divertido de leer sobre todo si no conocen mucho del mito artúrico.
Muchas gracias a Ediciones Urano por el ejemplar.
Autor: Kiersten White Editorial: Urano – Puck Saga/Autoconclusivo: Camelot Rising #1 | N° de páginas: 352 ISBN13: 9788492918881 Idioma: Español Precio: $16.900 |
Kiersten White (Estados Unidos, 1983)-. Autora best seller de The New York Times, reconocida por su sagas Hija de las tinieblas y Paranormal, entre otras. Vive con su familia cerca del océano en San Diego donde, a pesar de su perfección, sueña con lugares lejanos y tiempos aún más distantes. El engaño de la princesa es el inicio de su nueva trilogía llamada Camelot Rising. |