SINOPSIS: Recuerda… nunca hagas un trato con un Destino. Evangeline Fox se crió en la tienda de curiosidades de su amado padre, donde creció con leyendas sobre inmortales, como el trágico Príncipe de Corazones. Sabe que sus poderes son míticos, que vale la pena morir por su beso y que los tratos con él rara vez terminan bien. Pero cuando Evangeline se entera de que el amor de su vida está a punto de casarse con otra, se desespera lo suficiente como para ofrecerle al Príncipe de Corazones lo que quiera a cambio de su ayuda para detener la boda. El príncipe solo pide tres besos. Pero después del primer beso prometido de Evangeline, se entera de que el Príncipe de Corazones quiere mucho más de ella de lo que ha prometido. Y tiene planes para Evangeline que terminarán en la mayor felicidad para siempre, o en la tragedia más exquisita… |
Después del éxito de la trilogía Caraval, su autora comenzó una nueva trilogía spin-off esta vez centrada en uno de sus personajes más queridos: Jacks. Así es como llega Érase una vez un corazón roto, la historia que nos presenta a Evangeline, una chica que creció con cuentos de hadas y finales felices, cree en el destino y en el poder de la esperanza. Sin embargo, cuando su final feliz le es arrebatado está dispuesta a todo para recuperarlo, incluso si eso significa hacer un trato con un Destino; el Príncipe de Corazones. Por desgracia, las cosas no resultan como ella esperaba y antes de darse cuenta termina en un viaje al Norte para conocer a un príncipe que busca una esposa.
“Mantener la esperanza era un acto de rebeldía”
La verdad sea dicha los libros de la autora, hasta la fecha, no destacan por tener tramas bien armadas o personajes complejos. Por el contrario, son libros sencillos en su construcción, tanto de mundo como de trama, así también con personajes simples cuyas intenciones resultan transparentes. Incluso con aquellos que nos traen un aura más misteriosa, siguen siendo relativamente fáciles de entender.
Sin embargo, es esa misma simpleza la que hace que el libro sea tan entretenido de leer, porque la verdad es que Érase una vez un corazón roto se lee muy rápido por esta mezcla de construcción sencilla, prosa directa y porque todo se sucede rápido. Los eventos corren uno tras otro y no hay muchas vueltas en las presentaciones de los personajes, incluso sus interacciones se dan de forma apresurada y siempre está sucediendo algo.
Evangeline es un personaje lleno de inocencia e ingenuidad, cree de forma ciega en el felices para siempre y está dispuesta a todo para conseguirlo. Eso mismo la lleva a tomar decisiones malas una y otra vez, la mayor parte del tiempo no hay mucha justificación para lo que decide hacer solo un impulso que la lleva a desastrosos resultados. Sus decisiones cruzan la vara de ser inocentes a ser infantiles la mayor parte del tiempo.
“Ámalo como vives tu vida: ámalo sin contenerte, ámalo como si cada día con él fuera más mágico que el anterior, ámalo como si fuera tu destino y el mundo fuera mejor cuando estáis juntos, y él no podrá dejar de quererte nunca”
Por otro lado, Jacks vuelve a ser ese personaje encantador y que en apariencia se ve más frío, pero luego está ahí para proteger a Evangeline de todo lo que le sucede. Por suerte, no pierde ese toque ambiguo en su personalidad que hace no tan fácil saber qué es lo que quiere y por eso se vuelve el personaje más interesante del libro. El único cuyas acciones cuesta más entender.
Érase una vez un corazón roto es una historia ligera y divertida, con una ambientación que parece infantil por momentos, y con personajes cuyo enfoque siempre está en el romance y en el felices para siempre.
Autor: Stephanie Garber Editorial: Ediciones Urano – Puck Saga/Autoconclusivo: Érase una vez un corazón roto #1 | N° de páginas: 416 ISBN13: 9788417854447 Precio: $ |
Stephanie Garber (Estados Unidos).- Autora best seller #1 del New York Times y del Sunday Times de la trilogía Caraval, traducida a más de 25 idiomas. Próximamente, publicará Érase una vez un corazón roto (Puck, 2022). Cuando no está escribiendo, la puedes encontrar leyendo o viendo alguna serie de vampiros en la televisión. Ahora que su sueño de convertirse en una autora publicada se ha hecho realidad, su nueva meta es visitar el Club 33 en Disney. |