[Review de libro] Mañana, y mañana, y mañana: una historia tan humana y compleja como sus protagonistas

Mañana, y mañana, y mañana fue una de las novelas que más dio qué hablar el año pasado en el mercado anglosajón, la ganadora del premio Goodreads a mejor novela de ficción y la mejor novela del año para la revista Times. Gracias a Editorial Zig-Zag ya está en Chile con una edición en tapa dura casi tan bella como su contenido.

Sam y Sadie se conocieron de niños gracias a los videojuegos y fueron estos mismos los que volvieron a conectarlos. De esta forma, los acompañaremos a lo largo de los años a medida que crecen, aprenden, construyen y van madurando, con todos los altibajos que crecer implica.

“Es como si ser mujer fuera una enfermedad que no quisieras pillar. Mientras no te juntaras con las demás, podías darle a entender a la mayoría, a los hombres: «Yo no soy como ellas»”.

Mañana, y mañana, y mañana si bien tocó el tema de los videojuegos, no fue una novela que tratara sobre ellos. Acá los videojuegos fueron la forma de conexión de Sam y Sadie, tanto entre ellos como con el mundo, su forma de lidiar con un entorno que no siempre era amable, con las complicadas relaciones entre las personas y su manera de conectar, de comprenderse y cuidarse mutuamente.

Este es uno de esos libros en que los protagonistas eran desesperantes y tomaban malas decisiones sin parar, pero la vida no es perfecta, no se trata sobre eso ni tampoco esta historia. Los defectos de Sam y Sadie fueron los que los llevaron a crear todos los grandes videojuegos que hicieron y a vivir las vidas que vivieron y eso fue lo lindo del libro, el cómo aprendieron de sus errores, el cómo crecieron, cometieron otros y siguieron superándose.

“Sí que quiero ser rico y famoso. Como bien sabes, soy un pozo sin fondo de ambición y necesidad, pero también quiero hacer algo bonito. Algo a lo que chavalines o chavalinas como nosotros entonces hubieran querido jugar para olvidarse de sus problemas durante un rato”.

El libro partió con el reencuentro de Sam y Sadie mientras ambos estaban en la universidad y Sam todavía guardaba un pequeño rencor contra ella, luego nos presentó sus vidas hasta ese punto y el momento en el que Sam le propuso hacer videojuegos juntos y todo el camino que esto significó para ambos. En el libro hubo fragmentos de entrevistas a sus versiones mayores que nos fueron mostrando qué pasó con la empresa y la relación de ellos en el futuro.

Uno de los aspectos más interesantes fue el cómo ambos veían los videojuegos, la lógica detrás de pensar sus historias y formatos. De hecho, los juegos como Solución o Ichigo resultaron ser brillantes, tanto por la lógica detrás como por todo lo que describían del proceso de jugarlos. Fue interesante leer todo el proceso para construirlos, las ideas, el cómo las iban desarrollando y lo que fue inspirando cada cosa.

“Durante toda su vida, Sam había odiado que le dijeran que «luchara», como si una enfermedad fuera un defecto de su carácter. La enfermedad no podía vencerse, por mucho que uno luchara, y el dolor, cuando te tenía en sus garras, te transformaba”.

Sobre los personajes, como dijimos, estos eran complicados y contradictorios, como las personas mismas. Sam era un genio que quería la fama y el dinero, quería conseguir el éxito. Mientras que Sadie buscaba el aspecto más artístico y original detrás. Al mismo tiempo, Sadie era inconstante, érratica y tomaba muy malas decisiones con respecto a sus parejas. Cuando Sam era más directo y transparente.

Dicho todo eso, tenemos que admitir que Sadie era un personaje complicado de querer, efectivamente tomaba malas decisiones y muchas veces culpaba a otros de sus errores. Una de las grandes peleas que tuvo con Sam fue solo porque, sin motivación, decidió reinterpretar el pasado y se enojó con él, luego, sin explicarle nada se alejó. Dentro de lo mismo, cuando Sadie comenzó una relación con un personaje secundario fue extraño, una pareja que no tuvo sentido, pero por algún motivo esa relación fue un hecho importante en la vida de ella. 

“Cada persona a la que conocías, incluso a la que amabas, no tenía por qué consumirte para que valiese la pena”.

El libro tuvo un capítulo sumamente triste cerca del final, pero la verdad es que se sintió un poco sacado de la nada y como si estuviera hecho para manipular. Fue un capítulo que lo que hizo fue alargar un momento triste y corto a algo mucho más extenso, y centrándose en un personaje secundario casi idealizado por la falta de defectos que tenía. Efectivo, pero sí que se sintió como una forma de manipulación para con los lectores.

Finalmente, Mañana, y mañana, y mañana es una novela sumamente humana que usando los videojuegos y su construcción, nos lleva por el viaje de la vida, la pérdida y la superación.

“No es triste, sino una alegría que no hagamos lo mismo durante toda nuestra vida”.

Gabrielle Zevin (Estados Unidos)-. Es una autora superventas internacional cuyos libros se han traducido a más de treinta idiomas. “Las mil y una historias de A. J. Fikry” estuvo varios meses en la lista de más vendidos de “The New York Times”; fue un éxito de ventas internacional y recibió numerosos premios. Zevin también ha escrito libros para un público infantil y juvenil. Se graduó en Harvard y vive en Los Ángeles con su pareja.