[Review de libro] Yumi y el pintor de pesadillas: una romance lleno de autodescubrimiento dentro del Cosmere

Ya está en Chile la tercera novela secreta de Brandon Sanderson: Yumi y el pintor de pesadillas. Esta novela sí está considerada dentro del Cosmere, a diferencia de la anterior. En caso de que no lo sepan, el autor anunció la escritura de nuevas novelas durante la pandemia, las que se conocen como las novelas secretas, la primera fue Trenza del mar Esmeralda.

En esta nueva aventura conoceremos a Yumi, una yoki-haijo, una elegida de los espíritus que dedica toda su vida a conectar con ellos para ayudar a los distintos pueblos. Y a Nikaro o Pintor, un pintor de pesadillas cuyo trabajo es pintar las pesadillas antes de que se vuelvan peligrosas. Cuando comiencen a aparecer uno en el mundo de la otra y viceversa, deberán aprender a trabajar juntos y superar sus diferencias para descubrir por qué los espíritus decidieron conectarlos.

Como pasó con las anteriores novelas secretas estas vienen con ilustraciones en estilos muy acorde al tipo de historia. En este caso, al ser una historia con inspiración oriental, las ilustraciones también siguieron un estilo similar y, tenemos que confesar, que hasta la fecha son nuestras favoritas. Además, intercalado en el texto habían más ilustraciones, esta vez en blanco y negro con el mismo estilo de las otras a color. Es, realmente, una edición preciosa con detalles dorados en su portada.

Con respecto a la historia en sí, al inicio recordó un poco a Kimi no na wa (cinta que el mismo autor dijo en los agradecimientos que le sirvió de inspiración) no hay un intercambio de cuerpos como tal, pero si que tuvo a estos protagonistas que terminaron siendo obligados a tener que seguir las reglas del otro. Tanto Yumi como Pintor vivían en mundos distintos tanto culturalmente, con respecto a la tecnología y los peligros asociados, por lo que por sus personalidades chocaron y les tomó un momento aprender a empatizar con el otro. Sin embargo, por medio de esta situación fueron obligados mutuamente a aprender una cultura distinta y a apreciar las diferencias que en un inicio les parecían absurdas y encontrar la belleza en lo que hacía el otro.

El mismo autor dijo que esta es de sus novelas favoritas, que la escribió para su esposa que se quejaba de que le faltaba romance a sus libros. Y si bien es claro que se fue formando un romance entre ambos protagonistas, este romance fue lento y solo para el final ambos eran conscientes de sus sentimientos. A nosotros nos pareció más una novela sobre lo difícil que es encontrar un camino propio cuando alguien decide por ti o cuando puedes serlo todo, pero no lo que tú quieres. Al final, tanto Yumi como Pintor sufrían en su día a día porque no estaban satisfechos con solo cumplir en lo que hacían.

Con respecto al narrador, este tomó casi el rol de un personaje más pues es uno icónico dentro del Cosmere. No formó parte de la historia como tal, sino que fue quien la narró y sumó comentarios y bromas. Este estilo resultó muy similar al que usó Sanderson con la saga de Alcatraz, un narrador con humor que hacía bromas sobre la situación o que agregaba información (a veces útil, a veces no). De hecho, en un momento este hizo una pausa para explicar lo que recién había ocurrido en la trama. Es cierto que parece ser una voz que le acomoda mucho al autor y que aporta un toque divertido a cualquier historia, sin embargo, quizá para esta historia no nos encantó tanto que lo usara.

Yumi y el pintor de pesadillas es una historia sencilla y divertida que presenta a dos jóvenes de mundos distintos que son obligados a aprender las costumbres del otro. Una de las historias más románticas del autor que, si bien es autoconclusiva, sí cuenta con menciones al Cosmere y un narrador conocido para los más fans.

Brandon Sanderson es el gran autor de la fantasía del siglo XXI y el escritor más prolífico del mundo. Ha deslumbrado a veinte millones de lectores con el Cosmere, el fascinante universo de magia que comparten la mayoría de sus obras.