SINOPSIS: Misteriosos personajes y peligrosas aventuras acompañan esta segunda entrega de Las Leyes del Mar, que sigue la historia de Althea Vestrit. La maldición milenaria de los Antiguos Mercaderes del Mitonar se va erosionando poco a poco bajo la mano de hierro de un nuevo soberano corrupto. Mientras tanto, los Vestrit esperan ansiosamente a Althea, quien ha encontrado un nuevo hogar en el barco viviente Ofelia. Pero nuestra protagonista no deja de pensar en recuperar su legítima herencia, la nave Vivacia, y viajar con ella libremente por los mares. Junto a Brashen, su antiguo compañero de aventuras marítimas, tratará de rescatarla del cruel pirata Kennit, quien, además, ha secuestrado a su padre y a Wintrow, su sobrino. Más allá del Mitonar, la enigmática Ámbar sueña con revivir el Dechado, sin importarle las leyendas de muerte y desesperanza que lo rodean. En Las naves de la locura, segunda entrega de Las Leyes del Mar, se revelarán secretos que provocarán sorprendentes y dramáticas consecuencias para el destino de todos los personajes.
Las naves de la locura es la segunda parte de la saga Las leyes del mar, de Robin Hobb, el primer libro es Las naves de la magia cuya reseña puedes ver aquí y, como ya leyeron en la reseña anterior, la trilogía está ambientada en el mundo de los Vetulus, el mismo en el que se está ambientada la trilogía anterior.
Entrando en el tema… Siempre que lees un libro te haces una idea de los personajes, te gustan o no, encuentras que está bien lo que hacen, que está mal, peleas con ellos, disfrutas sus aventuras; siempre vas a juzgarlos, para bien o para mal, y así mismo, vas a tomarlos como una parte fundamental del libro. ¿Qué pasaría por tu mente si de un libro a otro (en una saga…) esa sentencia ya no fuera tan consistente; si, con la progresión de la historia y del libro, la mitad de los personajes que detestabas se volvieran “mágicamente” atrayentes y quisieras solo leer de ellos de ahora en adelante?
Algo así me sucedió con Las naves de la locura, pensaba que ya tenía calados a la mayoría de los personajes, pero “de la nada” empezaron a cambiar, a progresar y a hacerse más interesantes dentro de su historia, también más importantes dentro de la trama central del libro. Podemos ver cómo empiezan a cambiar las cosas que dábamos por sentadas y nos empiezan a dar pistas de lo que podremos ver a continuación, haciendo este segundo libro mucho más interesante que el primero, con mucho más potencial.
La historia sigue saltando de personaje en personaje, pero ya no sabes qué esperar de cada uno de ellos, las tramas se van uniendo o separando y puedes ver cómo pasa el tiempo y cada cosa que parece independiente se va transformando en un solo hilo.
De alguna manera este libro es una transformación completa de la historia y logra elevar aún más la expectativa del final de esta saga, que esperemos que llegue pronto.
Autor: Robin Hobb |
Huy, me imagino a los Lannister en GOT, del odio al amor en 1 solo paso, jajaja.
aers, q pasa con los Lannister? xD
Hay un par de personajes que detesté en el primer libro y aquí me cayeron mejor, solo eso =P
Es bakan eso. Generalmente pasa que si algun personaje te cae mal, es muy difícil que lo den vuelta.