[Review de serie] The Haunting of Bly Manor

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SINOPSIS: La trama de La maldición de Bly Manor nos ubica en la década de los 80, cuando una profesora decide ocuparse del cuidado de 2 niños. Los pequeños quedaron huérfanos y a cargo de un tío que los envía a vivir en una casa de campo. Después de que la tutora acepta el trabajo y se muda a la misteriosa residencia, comienzan a salir a la luz secretos realmente espeluznantes.[/box]

Han pasado dos años desde que Mike Flanagan nos enamoró con su adaptación de La maldición de Hill House, y ahora es el turno de La maldición de Bly Manor. En este caso la historia toma como base la conocida novela Otra vuelta de tuerca de Henry James. 

Dani es una estadounidense que está en Inglaterra escapando de su pasado, así que decide tomar un trabajo puertas adentro como au pair de dos niños huérfanos en el pueblo de Bly. Sin embargo, su pasado no la dejará en paz y la misma Bly Manor esconde muchos secretos entre sus muros.

Partiremos por lo más evidente que es la inevitable comparación con La maldición de Hill House, aunque sean historias diferentes, al ser del mismo creador y como una especie de segunda temporada, resulta imposible no comparar ambas historias. Y quizá ahí está el punto más bajo de Bly Manor: que no alcanza a lograr lo que Hill House hizo. Sin embargo, es una comparación injusta dado que Hill House es una serie impecable en todos los aspectos: innovadora en sus estilos de grabación, una historia tan retorcida como emotiva y grandes personajes. Aquellos que amamos esa serie teníamos difícil encontrar algo a ese nivel por más que fueran sus mismos creadores.

A diferencia de Hill House que como adaptación era mucho más libre de la novela clásica, aquí se mantiene la lógica original de los personajes y la historia de inicio. Así que dependiendo de qué tantas de las muchas adaptaciones de Otra vuelta de tuerca han visto (o leído) puede resultar mucho más conocido que lo que hizo Hill House. Sin embargo, algo que sí se extraña del relato clásico es efectivamente esa otra vuelta de tuerca pues todo lo que sucede era algo que se veía venir con anterioridad.

A diferencia de su predecesora, aquí hay una simpleza al contar la historia. Esto permite que la serie se sienta mucho más lineal y sencilla de entender, es cierto que juega mucho con los sueños y los recuerdos, pero no es difícil saber cuándo estamos en uno y cuándo es la realidad. Lo que se suma a la familiaridad de la historia de una joven que va a cuidar a dos niños huérfanos a una mansión perdida en el campo, lo que transforma la historia en una que no deja de tener un aire a algo que conocemos.

Es cierto que el terror como tal es algo bastante personal (como el humor) y es difícil medir qué tan aterradora puede resultar una película, porque no será igual para todos (dejando de lado los jump scares). Es por esto que en Bly Manor no tenemos un terror profundo, sino que es más la combinación de la atmósfera, esos fantasmas que aparecen en el fondo de varias escenas y una historia tan dramática como triste. Y es que incluso con su predecesora esto también era un factor importante. No solo nos cuentan historias de fantasmas, sino que historias de humanos que vieron sus vidas alteradas por estos fantasmas y las muertes no solo ocurren para asustarnos, sino que nos vemos obligados a ver las consecuencias de estas y ahí viene lo doloroso.

La maldición de Bly Manor es una historia de fantasmas, pero también es una historia de amor; de amor de familia, de amor de amigos y de amor romántico. Lo que termina dando verdadero miedo es ver a estos personajes con los que establecemos una relación de cariño enfrentarse a las terribles situaciones que tienen delante.

La maldición de Bly Manor encuentra su punto más bajo en la comparación con su predecesora, lo que resulta injusto pues es una gran serie de terror de fantasmas y casas embrujadas. Una historia con un aire a los clásicos relatos de fantasmas del siglo pasado, pero más emotiva.