[Review de serie] Sandman: una serie extraña en su forma, pero entretenida y conmovedora

En la primera semana de agosto llegó a Netflix la adaptación de la saga del escritor Neil Gaiman, Sandman. En un mundo donde diferentes deidades velan por los humanos, un puñado de mortales deciden capturar a  Muerte para obligarla a cumplir sus demandas. Sin embargo, un error causa que atrapen a Sueño, el rey de los sueños y las pesadillas. Después de estar atrapado por decenas de años, Sueño tendrá que embarcarse en una búsqueda para buscar sus herramientas divinas y resolver el caos en el reino humano y el suyo propio que provocó su cautiverio.

La trama es interesante, pero algo lenta para agarrar el ritmo. No hay una introducción a las leyes que rigen el mundo o qué clase de deidades existen, todo lo tenemos que descubrir con base en las conversaciones de los personajes. Esto da un cierto aire de misterio a cada episodio que es complementado con la narrativa de estos, ya que no parecieran seguir una linealidad, sino que una serie de historias que giran alrededor del protagonista.

Esto se debe a que, de hecho, las primeras entregas de la novela gráfica, siguen ese estilo. Son distintas aventuras entrelazadas con Sueño en el centro de ellas, pero en su mayoría no cuentan con una gran trama que llegue a un punto cúlmine en el final. Se pueden describir dos arcos principales: el secuestro de Sueño y su viaje para recuperar sus pertenencias; y la trama de Corintio, la pesadilla que escapó y se volvió asesino en serie. En la serie las entrelazan lo justo y necesario presentando a la pesadilla desde el inicio como alguien que influyó de forma sutil en el cautiverio de Sueño, pero que no toma relevancia hasta el final.

La presentación de Sueño y el cómo lo vamos conociendo es un proceso lento puesto que la mayor parte del tiempo parece ser un personaje secundario de su propia historia. Lo que la serie hace es contar distintas historias usando a Morfeo como hilo narrador y como suele pasar con las adaptaciones de Gaiman, estas van más sobre los humanos y su naturaleza que con una trama compleja como tal. De esta forma, la serie juega con presentarnos este mundo en el que los Eternos (Sueño, Muerte, Deseo, Desesperación, Destino y Destrucción) son deidades dedicadas a cuidarnos. A la vez que introduce otros conceptos de mitología como la presencia del Infierno y Lucifer, o lo mismo con personajes icónicos como la familia de Constantine.

Sueño es un personaje no tan sencillo de empatizar, tiene miles de años y no es humano, pasó tanto tiempo en su reino que olvidó lo que éramos los humanos y su función. Así que después de su cautiverio volverá a entrar en contacto con la raza que se supone que debe servir e irá redescubriendo su propósito de existir. Para esto tendrá ayuda de su asistente, Lucienne; un cuervo, Matthew; un par de personajes conocidos y, en un conmovedor capítulo, incluso Muerte.

Gracias a la variopinta mezcla de personajes podemos conocer desde algunos que destacan por su nivel de crueldad y falta de empatía, hasta otros enternecedores que demuestran por completo lo opuesto. La serie logra ser entretenida a la vez que puede llegar a conmover por momentos, cuando las mismas creencias de Sueños son puestas a prueba y debe aprender a crecer y el espectador lo hace con él.

Como dijimos, incluso dentro de la misma serie parece cambiar el formato de lo que quiere decir. Hay capítulos que se sienten más líneales, como los primeros en que Sueño va detrás de sus pertenencias, pero luego hay otros como el quinto que parece casi un corto tipo La dimensión desconocida o el sexto, y uno de lo más conmovedores, que nos presenta a la Muerte haciendo su trabajo y toda una reflexión sobre lo que implica la vida.

Es cierto que la serie funciona por la mezcla extraña de historias que presenta y los personajes a los que solo vemos una o dos veces, más como una promesa de que serán importantes que como grandes apariciones. Por eso, al terminar, más allá del pequeño misterio que se revela, el motivo por el que queremos más capítulos es para seguir dentro del extraño sueño que es ver la serie y no, necesariamente, por el deseo de saber qué pasará a continuación.

Es por esto que Sandman se siente como una historia que puede resultar extraña en forma a lo que nos tienen acostumbrados, solo quienes leyeron las novelas o conocen el tipo de historias de Gaiman estarán algo más acostumbrados. Aun así, cuando se acepta su propia lógica y el extraño viaje que representa es una serie que entrega interesantes reflexiones y personajes que terminan resultando entrañables.