Acabado de terminar de ver la primera temporada de esta serie de zombies y he quedado con esa extraña sensación de que esto ya lo había vivido antes: me explico, el concepto es casi lo mismo que hemos visto en los X-Men.
A pesar de ser del género de zombies, y mostrarnos a los zombies como realmente los conocemos, esta serie al igual que Starship Troopers no pretende ser más que una crítica social sobre el racismo, la homosexualidad y el temor al verdadero monstruo que llevamos dentro.
¿De qué trata?, pues nos encontramos en un apacible pueblo (no sé por qué me viene a la mente pueblo chico, infierno grande) donde tras “el primer despertar”, unos científicos encontraron la “cura”, convirtiendo el estado zombie en una enfermedad llamada Síndrome del parcialmente no muerto y gracias a esta cura, las personas infectadas vuelven a tener todas sus facultades normales. El problema es que su apariencia sigue siendo de zombies, por lo que optan por el maquillaje y los lentes de contacto para camuflar su estado.
En esta primera temporada, el pueblo ha aprendido a convivir con los despertados, sin embargo existen algunas personas que aún tiene ciertas actitudes anti zombies, y esto se ve aumentado con la llegada de una senadora que está a favor de que los zombificados sean tratados de forma diferente y pierdan el “derecho” de ser tratados como humanos, algo que ya hemos visto en los X-Men.
La gracia de esta serie es justamente que es de zombies y los problemas sociales son tratados desde este punto de vista, algo por lo menos llamativo para quienes amamos los zombies; no juzguen el primer capítulo ya que me pasó que al verlo tuve la tendencia de compararla con Mi novio es un zombie, pero tras el segundo capítulo la serie te atrapa.
La serie esta siendo trasmitida por el canal I-Sat los viernes a las 23:00 hrs.